Foto: COLPRENSA/VILLAMIZAR DUSSAN, SERGIO
BARCELONA, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las atenciones sanitarias derivadas de las picaduras de medusa en las playas catalanas se han duplicado este 2013 en comparación con el año anterior.
El registro de Creu Roja, encargada de la vigilancia de las playas, refleja que dichas asistencias han pasando de las 2.953 a las 6.059 desde el inicio de la época estival hasta finales de julio.
Precisamente, y tal y como ha informado Europa Press este jueves, el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, adscrito al CSIC, prevé este verano una de las mayores llegadas de medusas a las costas catalanas de los últimos quince años, a tenor de los datos recabados durante el mes de julio y que, en el caso de algunas especies, sextuplican los registros de 2012.
El investigador y experto en medusas, Josep Maria Gili, ha explicado que el aumento de los avistamientos se ha producido con carácter generalizado "en todas las playas", incluso con la detección de especies poco comunes hasta ahora en el Mediterráneo, como la 'Discomedusa lobata' y la carabela portuguesa --'Physalia physalis'--.
"Nos enfrentamos a un año de muchas medusas, pero la cooperación con ayuntamientos y corporaciones locales es más fuerte" y los convenios diseñados para hacer frente a este fenómeno complejo han demostrado su efectividad, ha resumido Gili.
Según los cálculos de los expertos, las atenciones sanitarias sobre el terreno suelen representar la mitad de las picaduras reales y, en un año con gran afluencia de medusas, las atención de la Creu Roja han superado las 15.000 a lo largo de todo el verano.
En caso de picadura, remojar la zona afectada con agua salada y aplicar frío, además de no rascarse para evitar que se disparen las células urticantes que no se han activado, permite resolver hasta el 90% de las incidencias.
En todo caso, es recomendable que asmáticos, enfermos cardiovasculares, dermatológicos y neurológicos, así como los más pequeños y mayores, tomen medidas de precaución adicionales, junto con aquellos que ya han sufrido una picadura a lo largo del verano.