BARCELONA 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El decreto de disolución del Parlament y de convocatoria de elecciones autonómicas catalanas, en vigor desde mañana viernes, pone fin a una legislatura de 1.007 días --la más corta de las catalanas en la etapa democrática-- y abre el calendario hacia el próximo Parlament, que deberá constituirse no más allá del 21 de noviembre.
Esa fecha responde al plazo máximo de 20 días tras las elecciones, que se realizarán el miércoles 1 de noviembre. En cuanto a la investidura del presidente de la Cámara, deberá realizarse antes del 1 de diciembre, es decir, en los diez días siguientes a los comicios.
El decreto firmado hoy por el presidente de la Generalitat establece los límites de la campaña electoral entre las cero horas del lunes 16 de octubre y las 24 horas del día 30 del mismo mes.
El día de reflexión será un martes laborable --31 de octubre--, y la jornada electoral no será la tradicional de los domingos, sino un festivo entre semana: el Día de Todos los Santos, que cae en miércoles.
Es la segunda vez durante la democracia en Catalunya que no hay elecciones en domingo: ya se hizo en 1980, cuando se convocó para el jueves 20 de marzo.
REPRESENTACIÓN PARLAMENTARIA.
Toda candidatura que concurra a los próximos comicios necesitará al menos el 3% de votos válidos emitidos para tener representación parlamentaria.
Como aún no existe una ley electoral catalana, el nuevo Estatut mantiene vigente la disposición transitoria cuarta del texto anterior, que fija el número de diputados en 135 y que establece cuatro circunscripcionales electorales (una por provincia): 85 escaños por Barcelona, 18 por Tarragona, 17 por Girona y 15 por Lleida.
En cuanto al resto de la normativa electoral, se aplican las mismas normas que regulan las elecciones legislativas al Congreso: la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).
Por eso mismo, el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) publica este viernes el decreto de disolución del Parlament y de convocatoria de comicios: para que haya 54 días entre la entrada en vigor del decreto y la jornada electoral.
LEGISLATURA CORTA PERO CON ESTATUT.
La séptima legislatura catalana, que es de disolución anticipada, es la más corta de la etapa democrática, con 2 años, 9 meses y 4 días, aunque se ha conseguido un nuevo Estatut y la primera reforma del reglamento del Parlament, además de aprobarse 49 leyes.
Han decaído todas las iniciativas parlamentarias que aún se estaban tramitando, menos una Iniciativa Legisltura Popular, los informes enviados por la Sindicatura de Cuentas, los recursos e inconstitucionalidad interpuestos por el Parlament, las actuaciones de la Cámara con motivo e recursos de inconstitucionalidad contra leyes del propio Parlament, las tramitaciones instadas por los ciudadanos ante la Comisión de Peticiones de la Cámara, y las proposiciones de ley enviadas al Congreso.
Con la disolución de la Cámara, sólo siguen su mandato los 23 diputados de la Diputació Permanent, que es el órgano de continuidad entre legislaturas, informó el Parlamento catalán.