Estatut.- (Amp) PSOE y CiU hacen valer su acuerdo sobre definición de Cataluna y lenguas, pero discrepan en los símbolos

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Ponencia conjunta del Congreso y del Parlamento de Catalunya dedicó su primera reunión de trabajo, celebrada hoy en la Cámara Baja durante casi cuatro horas, a debatir los catorce artículos del título preliminar del Estatut, donde socialistas y nacionalistas de CiU fueron haciendo valer su acuerdo sobre la definición de Cataluña como nacionalidad y sobre la equiparación de las dos lenguas cooficiales, sin discriminaciones.

Eso sí, discreparon en los símbolos de Catalunya, pues el PSOE quiso quitar el adjetivo "nacionales" pero no sumó la mayoría porque CiU se opuso. Esta diferencia fue interpretada por el PP como la demostración de que no hay un acuerdo cerrado entre socialistas y nacionalistas, pero CiU se mostró satisfecha del desarrollo de la sesión y precisó que se ha cumplido lo pactado y sólo ha habido discrepancias donde no había acuerdo previo.

El PP, que vio derrotadas todas sus enmiendas, votó contra todas las que el PSOE puso sobre la mesa, una actitud que reprocharon los socialistas porque también impidió que el adjetivo "nacionales" desapareciera de ese artículo 8 relativo a los símbolos de Catalunya.

ERC, por su parte, se mantuvo en la redacción del Estatut que aprobó el Parlament el 30 de septiembre y discrepó de los cambios introducidos sobre la nación y la lengua, poniendo de nuevo de manifiesto su distanciamiento del PSOE.

CUESTIÓN PREVIA.

La reunión de los 22 diputados (once de cada Cámara), comenzó con una "cuestión previa" por parte del PP, que exigió que se repartieran por escrito todos los acuerdos que el PSOE ha alcanzado con las formaciones catalanas, y especialmente con CiU.

Los socialistas, según explicó después Diego López Garrido, consideran que los principios políticos de los acuerdos son ya suficientemente conocidos a través de los medios de comunicación y sólo se comprometió a ir facilitando las enmiendas de cada título con carácter previo a cada reunión de Ponencia donde corresponda tratarlos. "No conocer el texto cuando han empezados los trabajos es inaceptable", exclamó en rueda de prensa posterior Federico Trillo, ponente del PP.

También con carácter previo, el PP pidió que no hubiera votaciones hasta el final del trabajo de la ponencia, pero se optó por ir tomando decisiones sobre las enmiendas, incorporando al informe aquellas que cuenten con mayoría. En ese contexto, los 'populares' decidieron, con carácter general, votar a favor de sus enmiendas y rechazar las de los demás.

NACIÓN, EN EL PREÁMBULO.

Tras estas cuestiones previas, se llegó al artículo primero del Estatut, donde originalmente se definía Catalunya como 'nación', término que los socialistas querían suprimir desde el primer momento y que finalmente acordaron con CiU cambiarlo por "nacionalidad". Eso sí, los nacionalistas exigieron que, antes de votar esa corrección, el PSOE expresase a la Ponencia su apoyo a la redacción del preámbulo que consideran unido a la definición de Catalunya.

Aunque no corresponde votar el preámbulo hasta el final del ciclo de reuniones, los ponentes pudieron conocer hoy ese párrafo que el líder de CiU, Artur Mas, pactó con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa: "El Parlamento de Catalunya, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía catalana, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Catalunya como una nación. La constitución, en su artículo segundo, reconoce esta realidad nacional de Catalunya como una nacionalidad".

Una vez que el PSOE dio su conformidad a la redacción leída por Artur Mas, se votó el primer artículo del Estatut, que es prácticamente el mismo de 1979 y donde Catalunya es definida como "nacionalidad que ejerce su autogobierno constituida como comunidad autónoma". La propuesta salió adelante, aunque votaron en contra ERC y Eusko Alkartasuna, además del PP.

SE INCLUYE "ESPAÑA" Y "ESPAÑOLES".

A partir de ahí, fueron cayendo todas las palabras relacionadas con la nación que estaban incluidas en el Estatut que salió del Parlament, incluyendo conceptos como "plurinacionalidad" del Estado o la "realidad nacional" de Arán. Al mismo tiempo, se ha ido introduciendo las palabras 'España' y 'españoles' en artículos en los que antes no estaban.

Donde no funcionó la alianza entre socialistas y nacionalistas fue en el artículo 8, titulado originalmente de los "símbolos nacionales". El PSOE quiso también suprimir el adjetivo, pero aquí CiU no le secundó alegando, según dijo después Artur Mas, que no era uno de los puntos incluidos en sus acuerdos. En cualquier caso, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, se mostró convencido de que en comisión se acercarán posiciones.

La supresión del adjetivo 'nacionales' que pretendía el PSOE para los símbolos sólo fue apoyada por CC, mientras que ICV se abstuvo y el resto votó en contra, entre ellos, de nuevo, el PP. El socialista López Garrido calificó la discrepancia con CiU de "anormalidad comprensible" y culpó a los populares de la continuidad del adjetivo por no apoyar la corrección. Trillo, por su parte, afirmó que las diferencias en este artículo ponen de manifiesto que "no hay un acuerdo cerrado" entre socialistas y nacionalistas, sino "un entendimiento general, no concreto".

En la sesión de hoy también se modificó el artículo 6 relativo a la lengua para, recalcar que los ciudadanos de Catalunya tienen "el derecho y el deber" de conocer el castellano y el catalán, y que "no puede haber discriminaciones" por el uso de una u otra lengua.

El PP volvió a votar en contra de la enmienda pactada por PSOE y CiU, aunque admitió que se había "dulcificado" la redacción inicial para evitar la discriminación. Esquerra Republicana, acusada de "esquizofrenia" por CiU, optó por abstenerse al entender que podría dar lugar a una "interpretación peligrosa".

EL LUNES, LOS DERECHOS Y DEBERES.

Los 22 diputados que conforman la Ponencia (once por Cámara) celebrarán el próximo lunes por la tarde su segunda reunión, en la que se analizará el título primero, que recoge la carta de derechos y deberes, donde CiU quiere cambios y el PSOE ha prometido que no habrá modificaciones sustanciales.

En concreto, los nacionalistas sostienen que el propio Rodríguez Zapatero les reconoció que los artículos que se interpretan como favorables al aborto y la eutanasia son "innecesarios" y "pueden provocar la desafección de alguna parte del electorado", según Duran, que ve "amplio terreno de juego" para llegar a acuerdos.

Los socialistas, argumentó López Garrido, quieren mantener este título y sólo contemplan "precisiones de carácter técnico" para "dar la mayor y total tranquilidad" a CiU. En cualquier caso, recalcó que se trata de "principios rectores" que no cambian la legislación. En este sentido, Manuela de Madre, del PSC, recordó que el Gobierno de Jordi Pujol legisló en su momento sobre estos mismos asuntos.