Un estudio relaciona el uso problemático de pornografía con riesgo de depresión y ansiedad

BARCELONA, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de la psicóloga e investigadora de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir) Gemma Mestre-Bach ha relacionado el uso problemático de pornografía (UPP) entre jóvenes de entre 16 y 25 años con mayores riesgo de ansiedad, depresión y somatización.

Los resultados, pendientes de publicar y presentados en el último congreso de la Sociedad Española de Patología Dual (Sepd) en Madrid, parten de una muestra de cerca de 1.000 adolescentes y jóvenes de entre 16 y 25 años, el 52% de los cuales eran mujeres, informa la Sepd en un comunicado de este lunes.

Los jóvenes con uso problemático de pornografía tienen también una presencia "significativamente mayor" de otras conductas adictivas, entre ellas al alcohol, juego patológico, drogas, adicción a internet, uso problemático de videojuegos, compras compulsivas o conducta sexual problemática.

Estudios previos sugieren que cuando hay co-ocurrencia entre varias conductas, esto puedo incidir en la respuesta al tratamiento y, por lo tanto, empeorar el pronóstico.

Al no haber sido reconocido como un trastorno mental, es "muy difícil" tener cifras representativas de prevalencia del UPP, aunque estudios recientes estiman que entre el 1% y el 38% de los adultos y entre el 5% y el 14% de los adolescentes podrían desarrollarlo.

INTERVENCIÓN ESPECÍFICA

Según Mestre-Bach, es necesario desarrollar programas de intervención "específicos e integradores", de patología dual, adaptados al perfil de riesgo de la población joven, que aborden simultáneamente las adicciones comportamentales y otros trastornos mentales como el malestar emocional.

La investigadora señala que la investigación sobre tratamiento del uso problemático de pornografía es todavía "muy escasa", pero considera que cuando hay co-ocurrencia con otras problemáticas, es necesario valorar qué otro trastorno mental hay para ver si es necesario abordarlo en primera instancia.

"Algunos estudios sugieren que abordar la sintomatología del uso problemático de pornografía mediante terapia cognitivo conductual podría mejorar la calidad de vida y reducir síntomas co-ocurrentes como los síntomas depresivos, pero todavía faltan muchos estudios para poder llegar a conclusiones sólidas en este sentido", concluye.