Una ex consellera de CDC critica la "pasividad, falta de ambición y ambigüidad" de su partido y de ERC

Actualizado: jueves, 10 diciembre 2009 14:15

BARCELONA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

La ex consellera de Educación y miembro de CDC Carme-Laura Gil cargó hoy contra "la pasividad, la falta de ambición nacional y la ambigüedad" de su partido y de ERC, actitud que, a su parecer, ha conllevado la aparición de nuevas formaciones políticas como Reagrupament e iniciativas como las consultas soberanistas.

"CDC es responsable que Reagrupament tenga que existir. CDC es el partido mayoritario y, pese a que está formado por muchos independentistas, los discursos, las opiniones de sus dirigentes se mueven en la plácida ambigüedad, como en el cuento de la infancia: puede que sí, puede que no, puede que sí que independentista fuera yo", dijo en un artículo en su blog personal recogido por Europa Press bajo el título 'No, no te equivoques, CDC'.

Así, la ex consellera insistió en que Reagrupament y el movimiento soberanista que se está impulsando es producto de la "debilidad" de Convergència, tras destacar que el catalanismo político es hoy una estrategia "insípida, tibia y diluida que cierra un futuro diferente para mucho tiempo".

Según Gil, cuando el líder de CDC, Artur Mas, u otros dirigentes políticos opinan que el espacio político catalán se desborda hacen una advertencia que esconde "la incapacidad de CDC y del PSC para incrementar la confianza y la ilusión" de los votantes.

Después de subrayar que no todos los partidos son iguales ni merecen el mismo respeto, criticó que Mas afirmara que la aparición de nuevas formaciones pueda provocar la italianización de la política catalana, poniendo "en el mismo saco" a Joan Carretero, Montserrat Nebrera, Josep Anglada, C's y UPyD. Se trata de "un mal diagnóstico, una afirmación injusta y una manera de no asumir la responsabilidad de CDC", aseveró.

Para la ex consellera, todas estas formaciones se mueven alrededor de un mismo eje, el del populismo, y se apoyan en "los fantasmas y los miedos de la ciudadanía, el fundamentalismo español y el egocentrismo de péndulo entre la dura derecha y la ultraderecha".

De ninguna manera, continuó, ni Reagrupament con Carretero ni las CUP se enmarcan en el marco del populismo "más rechazable" buscando un sitio en el Parlament para "provecho de ambiciones y complejos personales", sino que su presencia en el espectro político permitirá reforzar la participación, incrementar la confianza e inyectar ilusión entre los ciudadanos.