BARCELONA, 21 May. (EUROPA PRESS) -
La Fabra i Coats Centre d'Art Contemporani de Barcelona mostrará a partir de este jueves la exposición 'Arquitectures empeltades', que se pudo ver con éxito en la Bienal de Arquitectura de Venecia del año pasado y que ahonda en los "vínculos invisibles" del inclasificable Josep Maria Jujol en la arquitectura catalana del siglo XX antes de que las franquicias arquitectónicas homogeneizaran la imagen de las ciudades.
Así lo han explicado el director del Institut Ramon Llull (IRL), Àlex Susanna; el conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, y el comisario de la exposición, Josep Torrent, al presentar la exposición, que cuenta como punto de partida con la casa Bofarull, a la que se ha referido como "un festejo de la vida hecho a través de una mirada que trabaja con la acumulación del tiempo".
En la forma de trabajar del arquitecto de Tarragona se puede identificar una actitud que se puede reseguir en muchos proyectos construidos en el último siglo y que se fundamentan en un intenso diálogo con las "preexistencias, físicas o no" que permiten desarrollar un proyecto que se mezcla con ideas nuevas y las existentes.
De ahí, el nombre de "arquitecturas injertadas", tomado del proceso que consiste en inserir una parte árbol en una rama o tronco de otro árbol, de forma que se establezca entre ambos una unión permanente, como comúnmente sucede en el caso de los viñedos para conseguir vinos de calidad.
Siguiendo este hilo conductor, la exposición muestra 16 proyectos muy distintos en que se encuentra este espíritu como común denominador, pese a las diferentes dimensiones y características de los mismos, abordándose así un instituto de Carme Pinós i Enric Miralles, el Museu Can Framis de Jordi Badia, un apartamento de Gràcia, un auditorio, un bloque de apartamentos y una clínica.
Destaca también el proyecto de restauración paisajística del vertedero de la Vall d'en Joan, de Enric Batlle, Joan Roig y Teresa Galí, un proyecto de revitalización para Bagdad, el espacio donde se encuentra el dolmen megalítico de Seró (Lleida) --referente en Europa-- y el proyecto de las tres estaciones de la Línea 9 del Metro de Barcelona, inédito hasta ahora.
La exposición ha supuesto la apertura de una nueva planta del centro de arte contemporáneo de la Fabra i Coats, con lo que este espacio suma ya 1.929 metros cuadrados de exposición, ha celebrado el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Ciurana, contento de mostrar esta exposición en la ciudad.
"SOLIDEZ Y CAPACIDAD DE ATRACCIÓN"
Desde el IRL, impulsor del pabellón catalán en la bienal, su director ha subrayado el gran eco e impacto de la exposición en Venecia el año pasado tras ser recomendada por revistas internacionales del sector y ha celebrado la "solidez y capacidad de atracción" de la propuesta, tras ganar un concurso público.
El conseller Mascarell ha reivindicado la "dialética" que entablará la exposición con su territorio de origen, pese a que se proyectó para visitar en el extranjero, y ha observado que su tesis de partida entabla un paralelismo sobre cómo la cultura interactúa con el pasado y el presente en la línea de establecer miradas radicales.
