BARCELONA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía ha rebajado en juicio su petición de pena de seis a tres años de cárcel para Miquel G., acusado de lanzar una botella contra una furgoneta de los antidisturbios y de ayudar a arrastrar un contenedor para hacer una barricada la noche del 28 de mayo de 2014 durante los altercados tras una de las manifestaciones en contra del desalojo del centro 'okupado' de Can Vies.
En el juicio este jueves --que no ha quedado visto para sentencia al quedar pendientes para los próximos días la lectura de los informes finales-- la fiscal ha pedido un año de cárcel en lugar de los cuatro que pedía inicialmente por atentado contra la autoridad --al concluir que la botella supuestamente lanzada impactó en una furgoneta y no en los agentes--, al que se sumarían dos años más por presuntamente participar en los desórdenes públicos moviendo el contenedor.
En su interrogatorio, el joven, de 20 años, ha negado haber lanzado la botella y haber participado en los altercados y ha asegurado que acudió a la manifestación "de forma pacífica", aunque sí ha reconocido que iba vestido con una chaqueta roja, una sudadera negra con capucha por debajo y un pantalón de chándal que, según la versión de los Mossos, es lo que permitió identificarlo.
Al preguntarle el juez del Penal 27 de Barcelona si vio a más gente vestido de la misma manera, Miquel G. ha reconocido que no se encontró con más gente que vistiese una indumentaria exacta con estas tres prendas, pero sí a otros manifestantes que llevaban chaquetas rojas o sudaderas negras.
Los agentes de la Unidad de Información de los Mossos d'Esquadra que han declarado como testigos y estaban en el lugar de paisano han asegurado que vieron al joven vestido con esta indumentaria ayudando a mover uno de los contenedores y luego lanzando una botella --envase marrón y de cerveza, según uno de los policías-- contra un furgón de la Brigada Móvil de la policía catalana.
Según sus versiones, al identificarlo dieron aviso a sus compañeros que estaban uniformados por la zona, y estos lo detuvieron en la calle de Sants, una hora después según el testimonio de un policía y media hora más tarde según lo dicho por otra agente.
TESTIFICALES DE AMIGOS
"La mala suerte del pobre chico es que iba vestido de rojo", ha asegurado una de las agentes, que ha añadido que no considera que la intención del joven fuera participar en los altercados sino que se sumó a la masa sin estar preparado para ocasionar incidentes.
También han declarado como testigos varios amigos de Miquel G., que han asegurado que el joven acudió a la manifestación de forma pacífica después de ir a la universidad pero han reconocido que no estuvieron todo el tiempo con él durante las protestas.