Francico Candel vuelca los recuerdos de su infancia en 'Primera historia, primera memoria'

Europa Press Catalunya
Actualizado: jueves, 30 marzo 2006 17:34

BARCELONA 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

El escritor Francisco Candel ha volcado en 'Primera historia, primera memoria' (Península/Edicions 62) los recuerdos de su infancia, marcada por la guerra civil.

El autor, afincado en las barriadas de la actual Zona Franca desde que llegó a Barcelona con tan sólo dos años, relata en este primer volumen de sus memorias --"ya tengo escrita la primera página del segundo"-- aseguró que recuerda bien "todas las etapas de mi vida", por lo que le ha resultado "fácil" escribir el libro.

'Primera historia, primera memoria' repasa la infancia de Candel en los barrios de Can Tunis, del Port y las Casas Baratas, donde vivió los años de la República, la Guerra Civil y la posguerra, periodos a partir de los cuales ha estructurado el libro.

El autor, que ha publicado más de 50 títulos, ha retratado el lado humano de aquellos episodios, donde la sangre y los muertos están constantemente presentes, a la vez que recuerda su infancia y adolescencia.

La publicación de estas memorias fue iniciativa del editor Xavier Folch, pero Candel en un principio se negó. Sin embargo, las "presiones cariñosas y alentadoras" tanto de Folch como del escritor Josep Maria Castellet, le llevaron finalmente a plasmar su juventud en un libro, aunque considera que "mi vida tiene poca importancia". "Cuando los editores te piden un libro es uno de los momentos más gloriosos", aseguró.

"Pensé que no le gustaría ni a editores ni a escritores", confesó el autor, que recientemente ha leído "con muchas ganas" las memorias de Pío Baroja que el autor de 'El árbol de la ciencia' hizo a los 84 años. "Creo que yo tengo más memoria que él entonces", bromeó.

El periodista Josep Maria Huertas Clavería, encargado de presentar el libro de Francisco Candel, destacó la capacidad del autor para explicar "situaciones duras pero sin escandalizar" al lector.

Así, recordó una escena en la que relata cómo dos seminaristas se aferraban a una puerta "para evitar que se los llevaran" y otra en la que describe "a modo de pincelada impresionista" la curiosidad que sienten unos niños por acudir al entierro del anarquista Durruti en Montjuïc.

Huertas Clavería, que consideró "muy difícil hacer las cosas tan fáciles", recordó que Candel "vio muchos muertos" cuando tan sólo era un niño, por lo que "la sensación de trastorno que podemos tener cualquiera de nosotros al ver un cadáver él no la tiene".

Las mejores escenas del libro, según el periodista, aparecen en la última parte, la dedicada a la posguerra, que Candel sitúa en los años 40. En este capítulo, el autor recuerda que su familia sólo tenía para comer siete olivas y sus padres "le dieron su parte a los hijos asegurando que no tenían hambre".

El editor Xavier Folch calificó a Candel "como uno de los grandes personajes de la historia del país de los úlltimos 50 años" y recordó la "extensa obra literaria" del autor.

Francisco Candel (Casas Altas, Rincón de Ademuz, 1925), una leyenda de la Barcelona no burguesa, es un experto en la descripción del paisaje urbano y suburbial y, en muchas de sus novelas, son fácilmente identificables los escenarios donde creció y donde ha vivido desde su llegada a Bacelona.

Entre sus obras destacan 'Donde la ciudad cambia su nombre', 'Han matado a un hombre', 'Els altres catalans', 'Fem un pols, Hemingway', 'Els altres catalans vint anys després' y 'Aquella infància esvaïda'.

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