García Sánchez retrata en 'K2' a un alpinista que después de no alcanzar la cima debe "enfrentarse a sus fantasmas"

Actualizado: domingo, 3 diciembre 2006 13:29

BARCELONA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El escritor Javier García Sánchez retrata en 'K2' (Planeta) la vida de un alpinista de élite que después de no alcanzar la cima del pico asiático, más difícil de ascender que el Everst, vive una vida "amargada" hasta que conoce a Julia, su esposa, que le ayudará a "enfrentarse a sus fantasmas".

Después de la ascensión del K2 y las circunstancias que terminaron con la muerte de los compañeros de escalada, el protagonista trabaja como escultor y vive con Julia, "la mujer que le salva de su obsesión por las montañas y las heridas mentales que le infligió el K2".

El autor barcelonés se basa en las expediciones que hubo en los años 1993 y 1995, en ésta última estuvieron presentes tres españoles, y en las que "hubo unas muertes espeluznantes ya que en la cima hacia calor y a los cinco minutos hubo un choque de corrientes que se llevó a los alpinistas".

García Sánchez habla en esta novela del amor con la metáfora de la escalada, y por ello establece paralelismos entre los miedos de la montaña y la convivencia con la persona amada, ya que "un gran amor--al igual que la escalada-- lo puedes perder o te puedes desperdiciar por ello, por eso el protagonista teme dar un paso en falso".

Y lo ejemplificó, durante la entrevista con Europa Press, con la idea de los celos, que a pesar de "razonarlos, cuando hay algo que perturba tu posesión parece que todo se resquebraje", igual que pasa con "una capa de hielo que se rompe, si das un paso en falso".

La novela tiene un tono introspectivo, narrada en la voz del personaje principal, porque "me gusta la prosa lírica, igual que la filosofía pero con un tono poético". Sin embargo, en esta novela también abarca otros campos como la geometría, las matemáticas que "pueden ser duros para algunos lectores, pero pensaba que debía hacerlo".

El pico del K2 está envuelto de mucha leyenda, sólo 256 escaladores lo han ascendido, y en el caso de las mujeres --"sólo 4 ó 5 lo han conseguido"-- es como una "maldición" porque "aparentemente vuelven sanas, pero están tocadas, y al cabo de uno o dos años tienen accidentes terribles en montañas para principiantes".

En este sentido, García Sánchez definió el K2 como "un organismo vivo con unas leyes propias y dinámicas que son muy crueles con sus conquistadores" y señaló que para gozar del alpinismo "debes escalar una montaña no tan alta, con unas circunstancias atmósferas menos adversas".

García Sánchez cree que existen muchos paralelismos entre los últimos místicos y los alpinistas porque "no sé si hay seres humanos más alejados humanamente y más cerca de los dioses" y afirma que los escaladores "buscan un camino de purificación, de elevación porque el mundo no les debe gustar, día a día buscan subidas de adrenalina".