BARCELONA 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat tendrá que pagar más de 425.000 euros en concepto de las obras de excavación en la zona del túnel de maniobras de la Línea 5 del Metro en el barrio del Carmel de Barcelona y los estudios de investigación de las causas del derrumbe requeridas por la juez que lleva el caso. Una de las obras consiste en la excavación de una galería transversal, ordenada por el Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona.
Según una respuesta parlamentaria del conseller de Justicia, Josep Maria Vallès, al diputado del PP Josep Llobet, las obras y los estudios periciales previos costarán 425.104,36 euros más IVA.
Del total de este presupuesto, antes del 25 de julio la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia había pagado 112.736,08 euros a la empresa Rodio SA por los trabajos ya realizados y estaba pendiente de pagar 194.048,28 más por las obras pendientes, principalmente la galería ordenada por el juzgado.
Además, el Gobierno catalán deberá pagar 118.320 euros más IVA a los peritos de las universidades Politécnica de Madrid y Politècnica de Catalunya. De estos pagos, ya se han ejecutado un 40%, casi 50.000 euros.
A este montante, hay que añadir los más de 97 millones de euros que la Generalitat ya se ha gastado en el Carmel en otros conceptos como indemnizaciones a los damnificados, dietas y otras obras.
RECURSO DE LA GENERALITAT DESESTIMADO.
Al ordenarse la excavación de la galería, la Generalitat recurrió la decisión al considerar que la obra tenía un coste excesivo y era de una gran complejidad técnica. Sin embargo, el recurso fue desestimado, aunque la Generalitat confía en poder recuperar este dinero cuando la juez determine la responsabilidad del derrumbe y fije quien tiene que pagar las costas.
Las obras de la galería ordenada por el Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona se iniciaron a finales de junio. La galería tiene cinco metros de largo y dos de ancho y se extiende desde la estación del barrio barcelonés hasta el lugar del socavón.
La juez decidió que era necesario excavar la galería porque supone un trabajo de reconocimiento del terreno que permitirá confirmar la estructura de la zona y la calidad de los materiales, además de realizar ensayos de placas --tanto en horizontal como en vertical-- y sobre la deformación de las rocas del terreno.
La magistrada, de acuerdo con los peritos, alegó también que con la excavación de la galería sería posible sondear el estado de las paredes de los túneles. Una vez excavada la galería, los expertos harán dos catas para recoger muestras de los materiales que se estaban empleando cuando se produjo el desprendimiento, en especial de la gunita utilizada para los trabajos de cimentación.