El Gobierno de Colau retira placas franquistas de edificios de Sant Andreu, Sant Martí, Eixample y Sants-Montjuïc

Placa del Instituto Público de Vivienda del franquismo en Barcelona
AJUNTAMENT DE BARCELONA
Europa Press Catalunya
Actualizado: martes, 24 octubre 2017 16:15

   BARCELONA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Los distritos barceloneses de Sant Andreu, Sant Martí, el Eixample y Sants-Montjuïc han iniciado los trabajos para retirar un total de 570 placas del antiguo Instituto Público de Vivienda de la época franquista, sumándose a los de Gràcia y Nou Barris, que ya llevaron a cabo la retirada.

   Prevén terminar la retirada de estas placas de edificios durante este otoño, después de haber elaborado un censo de estos elementos con simbología franquista y haber comunicado por carta a los vecinos de los edificios la voluntad de retirarlos, ha detallado el consistorio este martes en un comunicado.

   El Ayuntamiento se hace cargo de los costes de la retirada y el arreglo del espacio en el que estaban ubicadas las placas, que se conservarán en el Museu d'Història de Barcelona (Muhba) y en distritos, excepto en los casos en que los vecinos han expresado la voluntad de quedárselas.

   El distrito del Eixample prevé retirar 177 placas; el de Sant Andreu, 128; en Sant Martí, 150, y en Sants-Montjuïc, 162, de las que sólo 117 contenían simbología franquista y legalmente se podían retirar, y una comunidad se opuso, por lo que se contabilizaron 116 placas en este distrito.

OTROS DISTRITOS

   El censo de edificios con placas en Les Corts es de 34, de las que 26 ya han sido notificadas ---prevé ejecutar la retirada a finales de año--,, mientras que en Ciutat Vella la presencia de estas placas con simbología franquista es residual.

   El distrito de Horta-Guinardó ha actualizado el censo de placas y ha contabilizado 258, que se retirarán previsiblemente durante el último trimestre; Sarrià-Sant Gervasi está terminando el expediente para retirar las primeras 130 de las 230 que hay en el distrito.

   El Gobierno de Ada Colau, mediante el Comisionado de Programas de Memoria, pretende hacer visible la memoria histórica y el rechazo al franquismo, y considera que las referencias franquistas en el espacio público "son contrarias a la democracia, la libertad y la solidaridad".

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