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BARCELONA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Calidad Ambiental estudia que el pago de las zonas verde y azul de aparcamiento en las ciudades varíe en función de la contaminación que genera cada coche.
La directora Assumpta Farran, adscrita a la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad, ha explicado en una entrevista de Europa Press que esta medida será una "autoenmienda" al actual redactado del plan --sustituto del anunciado en 2011--, que se encuentra en información pública, y que pasa por cambiar los criterios que han regido hasta ahora en las zonas de aparcamiento de las ciudades sujetas al gravamen de los ayuntamientos.
El pago de los aparcamientos "debe de ir en función de la contaminación del vehículo", ha defendido Farran, un cambio que considera que sería de fácil aplicación, porque el parque de vehículos está muy regulado y solo con el modelo de automóvil y el número de matrícula de éste sería posible ponerlo en marcha.
La responsable de Calidad Ambiental ha descartado que el Govern imponga peajes en el acceso a determinadas zonas de la ciudad, como sí sucede en Londres, al entender que ese impuesto no discrimina al que más contamina, aunque ha dejado en manos de cada ayuntamiento la posibilidad de tomar medidas en esta dirección.
El área metropolitana de Barcelona incumple desde hace años la legislación europea en materia de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas inferiores a las diez micras de diámetro (PM10), y pese a los planes aprobados hasta la fecha las cifras siguen por encima de los máximos legales, lo que acarrea una posible sanción por parte de Bruselas.
Farran ha defendido que las medidas puestas en marcha requieren tiempo para ser visibles, ha evidenciado que el problema es generalizado en otras ciudades de Europa, y ha apostado por tener el plan plenamente implementado en 2015 para llegar a los objetivos de reducción de emisiones de cara a 2020.
De hecho, en el caso de la zona verde y azul para aparcar, ha constatado que es necesario desarrollar nuevas tecnologías que se deberían de extender progresivamente, por lo que ve difícil que en 2015 el nuevo sistema esté totalmente operativo, aunque ha evidenciado que ya hay propuestas en marcha y el plan está en continua actualización.
En relación con las críticas de sindicatos, ecologistas y entidades sociales al nuevo plan, Farran les ha animado a presentar alegaciones al plan estudiar su viabilidad, y ha subrayado que el 80% de las medidas ya implementadas inciden en la movilidad de los ciudadanos, y eso también requiere de su concienciación --como en la activación de los protocolos por contaminación--.
NUEVOS IMPUESTOS
El nuevo plan en información pública contempla "los primeros impuestos ambientales en materia del aire", con los que la Generalitat espera ingresar unos 10 millones de euros, si bien Farran ha insistido en que la intención no es recaudatoria, sino mover a las empresas a adoptar mejoras tecnológicas que les lleven a emitir menos.
Se trata de un impuesto a la aviación comercial que se aplicará en El Prat de Llobregat a razón de 3 euros por kilogramo de NOx emitido; un segundo impuesto que afectará a cementeras, refinerías, fábricas y explotaciones mineras y que se fija en 75 euros por toneladas de NOx, 45 euros por la de dióxido de azufre (SO2) y 60 euros por la de partículas en suspensión, y un tercero que tiene que ver con la implantación de la Euroviñeta.
Asimismo, la Generalitat confía en que el Estado varíe el pago del impuesto de matriculación de los vehículos siguiendo este mismo criterio, un anuncio que ha hecho el Gobierno central pero que todavía no se ha concretado, ha asegurado Farran.