Greenpeace denuncia el aumento de puertos deportivos y nuevas viviendas en la costa catalana

BARCELONA/MADRID 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

La entidad ecologista Greenpeace denunció hoy la construcción de nuevos puertos deportivos y 20.000 viviendas en la costa catalana. Sumado a otras construcciones y proyectos ya existentes, la ONG lamenta el "grave estado" de los casi 700 kilómetros de litoral de Catalunya.

En su 'Informe Destrucción a Toda Costa 2006', Greenpeace explica que a pesar de que Catalunya "se sitúa entre las regiones costeras con un número menor de amenazas en su litoral, su costa tiene el primer kilómetro más urbanizado de todo el Estado, 39%, y desarrolla algunos de los peores proyectos de toda la costa".

En concreto, los ecologistas critican las 20.000 viviendas construidas este pasado año y las 100.000 que están previstas. El peligro, según Greenpeace, se concentra en las Terres de l'Ebre, donde "la sobre-edificación ha ocasionado una barrera continua frente a la costa del sur de Catalunya". Como ejemplo, la ONG critica 1.100 viviendas, un campo de golf y un hotel de lujo en Tortosa y otras 1.100 viviendas en Sant Carles de la Ràpita.

En la misma provincia de Tarragona, Greenpeace alerta sobre el proyecto del 'resort' Port Aventura, que prevé la construcción de 2.400 viviendas, tres hoteles y tres campos de golf.

En el mismo informe, la entidad también critica que de los 42 campos de golf que hay en Catalunya, 41 han sido denunciados por no usar aguas depuradas.

Otros proyectos inmobiliarios que rechaza la organización son las 4.000 viviendas previstas en el margen izquierdo del río Besòs, las 2.249 en una zona boscosa de Gavà y las 1.140 viviendas en el extremo de la Platja Llarga de Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

15.000 AMARRES EN PUERTOS DEPORTIVOS.

La entidad también lamenta que la Generalitat no haya renovado la moratoria sobre nuevos puertos deportivos, por lo que se podrían alcanzar los 15.000 amarres en 2015. Entre los proyectos denunciados por Greenpeace se encuentran los de Sant Carles de la Ràpita (800 amarres) y Roda de Barà (647 amarres) en la provincia de Tarragona, y los de Cubelles (556 amarres) y Premià de Mar (481 amarres) en la costa de Barcelona.

Otros de los 17 proyectos criticados es la colocación de espigones sumergidos ante las playas de la ciudad de Barcelona y la aportación artificial de arena. También en la ciudad de Barcelona, la entidad reiteró sus críticas a la construcción del zoo marítimo en terrenos ganados al mar y la desecación del cauce del río Llobregat para ampliar el puerto.

INFORME DE TODA ESPAÑA.

En general, los peligros de la costa que se reflejan en el informe de este año de Greenpeace son la creación de casi 1,5 millones de nuevas viviendas en la costa española, 303 campos de golf, 102 casos de corrupción urbanística investigados o sentencias contrarias a la urbanización, 286 'puntos negros', 116 nuevos puertos deportivos o ampliaciones con capacidad para 42.337 embarcaciones y 99 localidades con vertidos contaminantes en su litoral.

En concreto, la Comunidad Valenciana es la que contempla un mayor número de construcción de viviendas (364.500), casos de corrupción (30) y 'puntos negros' (57); Andalucía acumula la mayor creación de nuevos campos de golf (156) y nuevos atraques para embarcaciones (8.571) y las Islas Baleares contienen el mayor número de puertos deportivos (24).

Así, los problemas de urbanización se centran en la Comunidad Valenciana, Andalucía y la Región de Murcia, que superan las 300.000 viviendas nuevas, y Galicia, que se queda a las puertas. En general, Greenpeace cifra en un 20% la costa construida en España, con diversas situaciones, pero que pueden llegar a alcanzar el 50% urbanizado "en muchas regiones".

ESPAÑA: PUESTO 23 DE 150 EN CORRUPCIÓN URBANÍSTICA.

Según la responsable de Costas de Greenpeace, María José Caballero, esta situación se debe a que la legislación urbanística de las comunidades autónomas está "al dictado" de los promotores y constructores y los ayuntamientos se están convirtiendo en "auténticos rehenes" de las constructoras, situando a España en el puesto 23 de 150 países en índice de corrupción urbanística en 2005.

"Esta situación, obedece a un afán especulador para el que recalifica y el que construye", dijo, tras señalar que la mayoría de las nuevas viviendas son para segunda residencia.

En cuanto a los puertos, esta organización ecologista alerta de que provocan "graves problemas de erosión y contaminación", por lo que demanda una moratoria sobre nuevos puertos deportivos mientras no existan documentos de planificación autonómicos visados por el Ministerio de Medio Ambiente.

Además, Caballero explicó que España se encuentra "muy lejos" de cumplir los requisitos de la directiva europea sobre depuración de aguas residuales, de las cuales el 13 por ciento se vierten directamente al mar.

En este sentido, la contaminación de costas se centra en Galicia, por falta de depuración de aguas, y las Islas Canarias, con 300 puntos de vertidos que se conocen pero son ilegales.

Tras cifrar en 1.079 municipios los que incumplen la directiva europea sobre depuración de aguas residuales, de los cuales 700 no tienen depuradora, la responsable de Costas de Greenpeace denunció también en rueda de prensa para presentar el informe sobre la situación de las costas españolas que se han retirado 675 zonas de baño tratando de ocultar datos "reales" sobre la calidad del agua.

Sobre las obras y actuaciones en la costa, el director de Campañas de Greenpeace, Mario Rodríguez, criticó al Ministerio de Medio Ambiente por anunciar varias medidas, como el Plan Director para la Sostenibilidad o la compra de terrenos en el litoral, pero no concretarlas o sin criterios "claros" de respaldo, además de que quedan 3.000 kilómetros de costa por deslindar.

Además, lamentó que entre 2000 y 2004 continuó creciendo el número de hoteles, con un aumento del 29% en Andalucía; del 22, en la Comunidad Valencia, y del 19, en Canarias.

40% DE COSTA SIN PROTECCIÓN "CLARA".

Tras cifrar en un 40% de la costa la que carece de una protección "clara", Rodríguez celebró, sin embargo, que una "amplia red de ciudadanos" se ha puesto "manos a la obra" para intentar el deterioro costero, puesto que "ninguna administración" asume "con seriedad" esta problemática.

Los ayuntamientos "campan a sus anchas" y las comunidades autónomas y el Gobierno central "miran para otro lado", señaló esta activista. Gracias al sentir general de la sociedad de "desesperanza" por la degradación del litoral, considera que este proceso es "reversible".

Ante todo ello, Greenpeace pide al Departamento que dirige Cristina Narbona que se centre en el cumplimiento "fiel" de las leyes de costas e impacto medioambiental y propone soluciones como una ordenación "real" del territorio, luchar contra la corrupción urbanística y una legislación que diferencia de forma "clara" entre la primera y la segunda vivienda.

También reclama impulsar acciones contra la erosión del litoral, revocar los cambios introducidos en 2002 en la Ley de Costas, no construir puertos sin justificación económica ni deportivos sin plan de gestión autonómica y políticas de "vertido cero", entre otras.