Un hombre de Barcelona no puede entrar en su piso al instalarse varias parejas

Un vecino del bloque colindante afirma que las mismas personas intentaron ocupar su casa

Europa Press Catalunya
Actualizado: jueves, 18 enero 2007 19:08
BARCELONA, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un vecino de la calle Urgell de Barcelona no puede entrar en su piso desde el pasado 28 de noviembre porque varias parejas de origen chileno se instalaron allí asegurando que un tercero se lo había alquilado verbalmente.

Los Mossos d'Esquadra señalaron que puesto que no hay fecha de cuándo se produjo la ocupación, no pueden actuar hasta que el juez ordene el desalojo. Los presuntos 'okupas' detectados por los Mossos son Cristhian Andrés V.C., de 30 años; Luis Daniel A.C., de 33 años; Ximena Cecilia P.C., de 20 años, y Patricia de las Mercedes C.C., de 41 años. Ninguno de ellos quiso declarar en comisaría.

El vecino afectado es Carles Veiret, de 41 años y recién divorciado, que estaba haciendo reformas para vivir en el número 72 de la calle Urgell. Según relató Veiret, hace unos meses había unos inquilinos a quienes "nos vimos obligados a echar por impago", un proceso que se alargó unos siete meses.

Posteriormente, Veiret decidió ir a vivir a este piso, pero se encontró que estaba "prácticamente destrozado" por los antiguos inquilinos. "Estaban los azulejos arrancados, la pared tapiada, en la ducha las tuberías de agua caliente también estaban arrancadas, no había prácticamente instalación eléctrica y todo estaba hecho un desastre", recordó.

Veiret optó por reformar la casa para vivir en ella y "un día que precisamente fui a tomar medidas para el sofá, vi que no podía entrar y alguien había cambiado la cerradura". "Aporreé la puerta porque habían arrancado el timbre y se oía a gente dentro. Su primera reacción fue callarse. "Se veía luz por debajo de la puerta; después apagaron la luz", señaló.

"ERA MI PALABRA CONTRA LA SUYA".

El afectado decidió llamar a los Mossos d'Esquadra, que acudieron al lugar. Cuando la policía pudo hablar con estos inquilinos les dijeron que "llevaban un mes y medio ahí", algo que Veiret negó, ya que él había estado en el piso la semana antes.

"Estas parejas les dijeron a los Mossos que habían pagado el alquiler a una persona y que les habían estafado y yo les pedí el recibo", apuntó.

Veiret aseguró que el piso no estaba abandonado, sino que lo estaba rehabilitando y presentó todos los documentos necesarios, pero "los Mossos me dijeron que era mi palabra contra la suya y me aconsejaron que fuera al Juzgado de Guardia a presentar la denuncia".

"VIVO EN CASA DE UN AMIGO".

El propietario remarcó que se encuentra "muy desamparado y muy impotente" porque "no se puede hacer nada". "¿Cómo puede ser que delante de tus narices te estén robando el piso?", se preguntó, mientras recordaba que "vivo en casa de un amigo y ellos están en mi casa a sus anchas".

Veiret mostró su "incredulidad en el sistema judicial" y pidió que, por lo menos, se puedan "agilizar al máximo" los trámites para "echarles si no acreditan lo que dicen".

Algunos de los vecinos de Veiret comentaban la situación. Una vecina de la escalera, Imma Sierra, explicó a Europa Press que "antes había unos inquilinos que se marcharon en octubre o noviembre, el propietario me dijo que estaba preparando el piso para instalarse, después me fui un tiempo y cuando volví había una gente instalada allí".

Según Sierra, "parece que habían entrado por la fuerza, yo no les veo, nunca hablo con ellos, alguna vez me he encontrado con alguien que entraba, pero nada más". La mujer mostró su "preocupación" porque "no sabemos quiénes son ni si tienen o no dónde vivir" y aseguró que "no dan molestias, no los vemos prácticamente". Preguntada por cómo ve a Veiret, ella señaló que "el hombre está desesperado porque no puede entrar a vivir".

Por otro lado, un vecino del bloque número 70 de la misma calle, explicó que tuvo una experiencia similar con las mismas personas que ahora residen en la casa de Carles Veiret. Según relató, cuando vio que no había nadie en casa llamó a un equipo de la construcción, cambiaron la cerradura y el piso "se blindó".

Tras este "blindaje", el hombre explicó que "no han podido volver a entrar" y señaló que "también vivían en el terrado". "No llamé a los Mossos, llamé a un cerrajero, cambié el paño y blindamos el piso por el interior", subrayó.

VERSIÓN DE LOS MOSSOS.

En relación al caso denunciado del número 72 de Urgell, los Mossos confirmaron en un comunicado que el pasado 28 de noviembre una patrulla acudió a la vivienda e identificó a los cuatro ocupantes, quienes aseguraron que hacía "más de un mes y medio que se instalaron" y que "tenían un contrato de alquiler verbal con una persona que pasa personalmente a cobrar una vez al mes".

Según los Mossos, "ante esta situación y teniendo en cuenta que ninguna circunstancia demostraba que la ocupación se hubiera efectuado recientemente, tiene que ser necesariamente un juez el que ordene el desalojo".

El 4 de enero, después de que llegara una orden judicial que requería a los Mossos que comprobasen la denuncia del propietario, otra patrulla se presentó en el piso y los ocupantes accedieron a enseñar cómo habían obtenido "fraudulentamente" el suministro de agua y luz.

Los cuatro ocupantes acompañaron a los agentes voluntariamente a comisaría a efectos de imputarles los delitos de ocupación de bienes inmuebles y usurpación de fluido eléctrico. Ninguno de ellos quiso declarar en sede policial. El 11 de enero, una vez elaborado el informe policial, se envió al Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona.

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