BARCELONA, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Interior está probando un prototipo que a través de la biomonitorización controla las constantes vitales de los bomberos cuando trabajan en incendios urbanos --dentro de edificios-- y que envía esta información a través de la red Rescat hasta un centro de control.
En rueda de prensa, el jefe de la Unidad del Grupo de Emergencias Médicas de los Bomberos de la Generalitat, Miquel Vidal, ha explicado que con este sensor, que el bombero se coloca alrededor del pecho, obtienen datos inmediatos de la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria, la temperatura corporal y la posición del cuerpo.
Este sistema permite a los servicios sanitarios el control remoto del estado del bombero, para decidir con rapidez si está en peligro y si hay que actuar, en función del grado de estrés térmico que haya alcanzado.
Los datos se envían por Bluetooth hasta la emisora Tetra y de allí a través de la red Rescat hasta el centro de control avanzado o el centro de coordinación central, para que la valore la unidad médica situada en el lugar de la emergencia.
Vidal ha puntualizado que hasta ahora también contaban con datos del estado del bombero, pero "más escasos e indirectos", ya que se obtenían a través de los equipos de respiración artificial que llevan cuando están en un incendio en edificio, por lo que podían saber el consumo de aire y determinar si era excesivo.
Además, en el caso de que la persona caiga al suelo, se emite una señal sonora que siempre depende de que sea escuchada por un compañero dentro del edificio, con lo que ahora, con este nuevo sistema, se recibe una información "más rápida" que permite una toma de decisiones más eficaz.
El sistema, desarrollado por la empresa Sensing & Control, está en fase de pruebas y se espera que concluya el proceso en 2011, después de que se valide el modelo. Colaboran, además, la Secretaría de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), la fundación privada Internet e Innovación Digital de Catalunya (i2CAT).
ENTRE 300 Y 600 EUROS POR SENSOR
Cada sensor costará entre 300 y 600 euros, y será configurado por el equipo médico en función del estado físico y las capacidades del bombero, ha señalado el ingeniero responsable tecnológico de Sensing & Control, Àngel Amores.
Amores ha añadido que de cara a 2012 trabajan para introducir otros sensores que permitan la localización del bombero dentro de un edificio, puesto que ahora la localización la da la emisora Tetra, pero no sirve en recintos cerrados.
Para Vidal, si este prototipo finalmente se considera útil y se incorpora, "es para que lo lleven todos los bomberos", en total 5.000 efectivos entre bomberos funcionarios y voluntarios.
Ha explicado que se destinará solo a los incendios urbanos porque son las situaciones en las que el bombero está más expuesto al estrés térmico y a terminar padeciendo un golpe de calor, con temperaturas de hasta 800 grados centígrados, cuando en un incendio forestal se alcanzan los 50 grados.
