Archivo - Vista general de la fábrica de IQOXE - Laia Solanellas - Europa Press - Archivo
TARRAGONA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La empresa Iqoxe de La Canonja (Tarragona) ha anunciado este jueves que recurrirá el auto de acusación de la magistrada que instruye la explosión que tuvo lugar el 14 de marzo de 2019, donde murieron tres personas, y defienden su inocencia.
"El accidente no era previsible", sostienen en un comunicado después de que la juez haya visto indicios de delito, por lo que ha procesado a la empresa y a sus tres principales directivos en el momento.
Se trata de los entonces ceo de Iqoxe, director de la planta de Tarragona y jefe de servicios generales de seguridad y medioambiente de la empresa: están procesados por los presuntos delitos de imprudencia grave con resultado de muerte y lesiones, contra los derechos de los trabajadores y presuntos estragos.
La juez cree que las causas de la explosión podrían ser "las deficientes condiciones en que se desarrollaba la actividad industrial" y también apunta a sobreproducción, falta de personal, incumplimiento de normas de prevención de riesgos laborales, deficiencias en instalaciones y equipos, falta de medidas de seguridad, deficiencias de funcionamiento y activación de los planes de Protección Civil, y que no tenía homologado su plan de autoprotección de emergencia exterior.
Sin embargo, la compañía ha asegurado que el reactor accidentado, inaugurado en 2017, contaba con tecnología de última generación y puntera a nivel mundial, y defienden que reunía "las máximas medidas y garantías de seguridad".
También reivindica que se sometieron a las revisiones legales periódicas que prevé la reglamentación, la última un mes antes del accidente y "sin defectos".
MPEG 500
Sobre el producto que estaban haciendo en el momento del accidente, el MPEG 500, aseguran que ya lo habían fabricado con antelación en la misma instalación en repetidas ocasiones "sin que hubiera provocado ningún problema".
Además, exponen que el informe pericial realizado por el Institut Químic de Sarri (IQS) recoge que se desconocía que, en determinadas circunstancias, tuviera una capacidad de explosión como la que demostró, por lo que "el accidente era totalmente imprevisible".
La compañía añade que, antes y después de la explosión, ha cumplido "en todo momento con la totalidad de la normativa vigente, y que la unidad accidentada tenía un plan de autoprotección presentado ante la administración en diciembre de 2019.
En relación a los trabajadores, aseguran que su capacitación es "muy elevada" porque tienen una amplia experiencia y una estabilidad de plantilla superior al 95%.
Iqoxe también ha destacado que se han hecho cargo "de todos los daños ocasionados, a las víctimas directas, a las que se ha indemnizado por encima del baremo que rige en el sector asegurador, y a los vecinos" cuyos edificios resultaron afectados por la explosión.