Margarit evidencia las obsesiones de Vinyoli en una antología poética

El poeta Joan Maragrit y el editor Josep Lluch
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 22 mayo 2014 7:31
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BARCELONA, 21 May. (EUROPA PRESS) -

El barcelonés Joan Margarit ha puesto en valor al poeta Joan Vinyoli en la antología 'Joan Vinyoli. Poemes. Pròleg i selecció de Joan Margarit' (Proa).

   En rueda de prensa, Margarit ha dicho que Vinyoli se puede explicar de una forma muy sencilla: desde sus dos obsesiones "la de hacer un gran poema y la de encontrar un gran absoluto", todo ello a través de más de un centenar de poemas seleccionados.

   Según Margarit, Vinyoli se sabía un poeta cuando iba con gente más culta que él y frente a la que se sentía un poco "capitidisminuido", pero cuando empezaba a recitar los demás callaban, una actitud que pone de relieve la primera de sus obsesiones.

   En segundo lugar, la obsesión espiritual y religiosa se centraba en la búsqueda de lo absoluto "pareciéndose a los poetas místicos del Siglo de Oro español, pudiendo ser un San Juan de la Cruz, aunque era un hombre sensual que vivía la vida y en el siglo XX".

   Estas dos obsesiones, según Margarit, se sobreponen a que la poesía es muy señora: "La poesía puede tolerar que hagas de paleta, pero no que uno se aproxime a zonas cercanas al poema que no lo son", lo que hace que chirríe y genere un conflicto en el que una vertiente desmiente a la otra, de forma que se va conformando un poliedro.

   "La obra completa de un gran poeta es como un poliedro de infinitas caras y no puedes nunca mirarlo entero, a cada época uno se lo mira desde un punto de vista diferente", ha explicado Margarit, que aun ha añadido que también depende de cada persona la lectura realizada sobre este poliedro.

   De toda su obra, Margarit ha destacado diez años de creación de Vinyoli, entre los setenta y los ochenta, cuando trazó una especie de 'campana de Gaus', tras lo que cayó la intensidad de su obra, ha opinado, y ha dicho que su obra no es complicada pero sí compleja, es sencilla pero no simple, lo que también le ha garantizado continuidad en el tiempo: "Consigue una cosa difícil: el poema te lee a ti y no tú al poema".

   Además, Maragrit ha desvelado que él mismo era amigo de hijos de la generación de Begur --donde veraneaba Vinyoli--, sabía todos los chismes de su entorno e historias de Vinyoli y, aunque no se conocían, cuando Vinyoli estaba en Barcelona Margarit llegó a observarlo de cerca en cafeterías: "Pude contemplar algún trozo de vida de Vinyoli".

NACIDO POR UN SIMPOSIO

   Este libro parte del I Simposi Joan Vinyoli celebrado hace diez años coincidiendo con los veinte años de la muerte del poeta, y nace de la intervención de Margarit en esta cita, celebrada en Santa Coloma de Farners (Girona), y donde él exponía su visión de la obra de Vinyoli, según ha explicado el editor Josep Lluch.

   Lluch ha ensalzado que aporta además la "lectura diferente" de alguien que también es poeta y se pelea con las ideas y los conceptos, por lo que tiene una visión especial, y pone en valor unas obras escogidas ante las completas: "Es la opinión de Joan Margarit sobre Joan Vinyoli".

   Por su parte, el comisario del Any Vinyoli, Jordi Llavina, ha apuntado que Margarit dio en ese simposio un "conferencia controvertida" con notas viscerales y racionales, que abrieron los ojos a muchos lectores habituales de poemas en catalán.

   Originariamente el libro se llamaba 'El meu Vinyoli', y ha explicado que Margarit ha hecho una selección sobre el Vinyoli "más realista y más entroncado con la vida, y menos con el canto o la búsqueda de algo que no se sabe donde está", con lo que ha seleccionado poemas vinculados con la muerte y la vida.

   "Es un texto muy estimulante, aunque no esté de acuerdo con muchas cosas que se dicen", ha apuntado Llavina, a la vez que ha ensalzado la importancia de la obra de Vinyoli.