BARCELONA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un joven ha reclamado una indemnización tras haber sufrido presuntamente un impacto de foam en la cabeza durante las protestas postsentencia del 1-O en 2019 en Barcelona, según ha explicado la asociación Irídia en un comunicado este jueves.
Han explicado que, el 16 de octubre de aquel año, el joven se encontraba en una concentración ante la Conselleria de Interior con un gran número de personas, y que había una fila de vallas y varios furgones de la Brigada Móvil (Brimo) con unos 30 agentes.
"El joven y sus amigos se encontraban lejos, a unos 30 o 35 metros de distancia, en una zona con menos personas concentradas, y consideraron que, si se producía una carga policial, allí estarían a salvo", han explicado.
En ese momento, un grupo reducido de manifestantes empezaron a mover las vallas y a lanzar objetos hacia la línea policial, momento en el que los agentes de la Brimo "empezaron a disparar proyectiles de foam sin ninguna advertencia previa" y uno de ellos impactó contra la cabeza del joven.
"Aunque estaba lejos del punto donde había tensión, siendo absolutamente innecesario disparar hacia allí, un proyectil le había impactado en la esquina izquierda de la cabeza, provocándole un fuerte dolor y una lesión con mucha sangre", han sostenido.
Sostienen que varios sanitarios atendieron al joven, que fue hospitalizado en el Hospital Sant Pau de Barcelona y operado de urgencia.
INDEMNIZACIÓN
Desde Irídia --que lleva el caso-- han detallado que, en septiembre de 2020, pidieron una indemnización por vía administrativa a la Generalitat.
"Se ha presentado un informe pericial, un informe de lesiones y de los impactos psicosociales sufridos por el joven, y el experto tiene que valorar si las lesiones son compatibles con los proyectiles de foam y, en ese momento, cuantificarán y harán una valoración económica de la lesiones y impactos", ha añadido la abogada de Irídia, Snia Olivella, a Europa Press.
Asimismo, ha explicado que todavía no se ha resuelto la reclamación patrimonial ni se ha investigado por parte de los Mossos d'Esquadra.
"La última novedad es que desde el cuerpo de Mossos d'Esquadra se afirma que no se dispararon balas de foam, pese a la consistencia de las lesiones del joven con su uso. Este caso demuestra 2 cuestiones: la primera, la absoluta falta de trazabilidad de las balas de foam, y que actualmente no existen mecanismos para garantizar que la administración investigue adecuadamente casos como este, con lesiones extremadamente graves", ha añadido.