Una juez de Girona decidirá la autenticidad o no de un Goya adquirido en una subasta

Europa Press Catalunya
Actualizado: miércoles, 13 diciembre 2006 12:53

GIRONA 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

Una juez de Girona determinará si el cuadro de Goya que fue adquirido por el fotógrafo barcelonés Ramon Calvet en una subasta y posteriormente revendido a dos hermanos gerundenses es auténtico o no lo es.

Durante el juicio celebrado en el Juzgado de Instancia número 5 de Girona, el vendedor aseguró que la obra es auténtica mientras que los dos compradores afirmaron no tener pruebas suficientes que lo certifiquen.

Tras escuchar la versión de las partes, la juez debe esclarecer ahora si el cuadro, un retrato de Antonio Maria Esquivel, es auténtico o no, según publica el 'Diari de Girona'.

El fotógrafo Ramon Calvet, experto en arte, relató que adquirió la pintura en una subasta y, posteriormente, revendió el 75% de la propiedad del cuadro a los hermanos Jaume y Joan Font. Los documentos con que Calvet certifica la autenticidad de la obra no han evitado las dudas de los hermanos sobre el autor de la obra.

El fotógrafo compró el cuadro en una subasta y pagó como una obra anónima, aunque "con el presentimiento" de que se trataba de una obra de Goya. Así, meses más tarde, en junio de 2003, lo vendió a los hermanos Font como un Goya alegando que, sin ningún tipo de duda, se trataba de una pintura del pintor de Fuendetodos (Zaragoza).

Aunque la pintura no está firmada de la manera convencional, el vendedor basa su versión en las microfirmas que el pintor supuestamente repartió por el cuadro. Por ello, Calvet reclama a los hermanos Font que le abonen los 250.000 euros que faltaban de la compra.

Por contra, los hermanos, que desembolsaron 30.000 euros como paga y señal, afirman que no han pagado el resto porque no se reúnen las condiciones pactadas y mantienen que la obra nos es un Goya auténtico, por lo que carece del valor que les reclaman.

Durante el juicio, los hermanos Font han aportado un informe de una doctora en Historia del Arte, Manuela Mena, designada como experta por el Museo del Prado, que indica que no se puede concluir que el cuadro sea auténtico y rechaza la teoría de las microfirmas.

El cuadro, de 80 por 60 centímentros, es un retrato del pintor romántico español Antonio María Esquivel y muestra sobre un fondo oscuro el busto de Esquivel, que luce la condecoración de la cruz de Isabel la Católica. La pintura data de la primera mitad del siglo XIX.

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