El veredicto no contempla ningún atenuante ni eximente para Pere Puig
GIRONA, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular ha declarado por unanimidad este viernes culpable de los cuatro crímenes por los que se le acusaba al asesino confeso de Olot, Pere Puig, sin contemplar ninguno de los atenuantes ni eximentes que había planteado la defensa.
La decisión de los nueve miembros del jurado de no aceptar ningún atenuante ha obligado a la defensa a subir a 60 años de cárcel (15 por cada asesinato) la petición de pena para su cliente, en lugar de los 30 que pidió en su informe.
Por su parte, tanto la Fiscalía como la acusación particular mantienen la petición de 20 años de prisión por cada uno de los crímenes (80 años en total) para el asesino de cuatro personas en un bar de La Canya y en la oficina de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) de Olot el 15 de diciembre de 2010.
El jurado concluido que Puig fue el autor material de los hechos y el asesino de Joan Tubert, Àngel Tubert, Rafel Turró y Anna Pujol: Unos crímenes que han quedado probados porque él mismo los reconoció ante el juez y la policía, porque muchos testigos lo vieron, e incluso algunas cámaras que lo grabaron.
También han contemplado que el procesado disparó al pecho y a la cabeza de las víctimas con la intención clara y premeditada de acabar con sus vidas, ya que así lo explicó el mismo Puig y porque era consciente que la potencia del arma utilizada --un rifle de caza mayor--, podía causar la muerte en caso de dispararse a corta distancia de una persona.
Además, en este caso, los forenses que realizaron las autopsias a los cuatro cuerpos determinaron que las muertes fueron violentas homicidas, incompatibles con la vida, y que en ningún caso existen signos de defensa.
En su veredicto, el jurado también ha tenido en cuenta que las víctimas estaban desarmadas y que no tuvieron oportunidad de defenderse; hechos probados por las declaraciones del mismo acusado, por los testigos y por la filmación que las cámaras de seguridad en el caso de los dos crímenes perpetrados en la oficina de la CAM.
NO SUFRE ALTERACIÓN PSÍQUICA Y TAMPOCO SE ENTREGÓ
Los miembros del jurado no han tenido en cuenta ninguno de los atenuantes ni eximentes que aportaba la defensa, y es que no han considerado probado que "en el momento en que disparó contra las cuatro víctimas el acusado sufría una alteración psíquica que le impedía de un modo muy grave o leve comprender la ilicitud de sus actos".
Es decir, que Puig, según ha explicado el jurado, tenía intención de matar y estaba premeditado y, además, se saltó a la gente a la que no quería disparar discerniendo perfectamente quienes eran sus objetivos.
También pudo declarar correctamente ante el juez el día de autos y los forenses psiquiatras dijeron durante el juicio que no sufría ninguna patología mental y que los rasgos de su personalidad no conforman un trastorno mental.
Además, tampoco han considerado que se entregara a la policía ya que en la testifical el policía local de Olot declaró que el día de los hechos encuentran un vehículo propiedad del acusado mal estacionado con el motor en marcha, por lo que el jurado ha considerado que este acto "es un indicio de la voluntad del acusado de huir después de perpetrar los hechos".
Otro hecho desfavorable para Puig ha sido que salió con el arma cargada y se colocó al lado de un agente sin tener las manos en alto, y que en ningún momento hizo entrega del rifle si no que fue el policía quién se la cogió.
Por todo ello, el jurado popular ha considerado que Pere Puig es "culpable de causar intencionadamente la muerte impidiendo cualquier posibilidad de defensa" a ninguna de las cuatro víctimas.
VEREDICTO DETALLADO, MINUCIOSO Y PERFECTO
Después de la lectura del veredicto, las partes han expuesto sus informes finales explicando qué pena creían que tenía que recibir el procesado por cada uno de los asesinatos probados.
El fiscal, Víctor Pillado, ha mantenido --igual que las acusaciones particulares-- los 20 años de prisión por cada uno de los crímenes.
Así lo ha justificado: "teniendo en cuenta el detallado, minucioso y solamente calificable de perfecto veredicto, teniendo en cuenta la crueldad y barbaridad de los hechos cometidos por el acusado y el dolor causado a cuatro familias a las cuales se ha destrozado como consecuencia de los hechos declarados probados, pido la imposición de la pena máxima".
La abogada defensora, Núria Masó, dado el veredicto, no ha tenido más remedio que modificar la pena de siete años y medio por asesinato que pedía y ha reclamado que se imponga a Puig la pena mínima en los casos de asesinato, es decir, 15 años de cárcel por cada crimen.
Después de cinco días de juicio en la Audiencia de Girona, el caso ha quedado visto para sentencia.
