Lara asegura que Catalunya "vuelve a ser el oasis del Estado" porque "tiene un gobierno que manda"

Actualizado: viernes, 1 junio 2007 13:32

Montilla cree que las "incertidumbres" del empresariado han desaparecido con la "estabilidad política" actual

SITGES (BARCELONA), 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Círculo de Economía catalán y del Grupo Planeta, José Manuel Lara, aseguró hoy que, superada la convulsión del debate sobre el Estatut, Catalunya "vuelve un poco a ser el oasis del Estado", y dio por zanjada la "tensión" en que se desarrolló en 2006 la última reunión del Círculo en Sitges (Barcelona), cuando el debate estatutario había provocado ya la salida de ERC del Govern.

En su introducción al discurso del presidente de la Generalitat, José Montilla, Lara aseguró que la "sensación" del empresariado catalán, un año después de la ruptura del anterior Govern, es de que "ahora el país tiene un Gobierno que manda, y eso lo hace más estable, por lo que hemos de estar todos satisfechos".

Constató un ambiente muy distinto anoche, en la cena inaugural de la XXIII Reunión Círculo de Economía --que contó con el líder del PP, Mariano Rajoy--, respecto a la cena de hace un año, cuando "había más tensión en Catalunya que en el resto del Estado". En aquella ocasión, Lara reclamó un Govern estable, poco después de la ruptura del Ejecutivo de Pasqual Maragall.

Lara atribuyó hoy la mejora de la situación a "los seis meses de trabajo de un nuevo Gobierno y de su presidente", además de haber acabado "un tema caliente" que distorsionaba hace un año la política catalana, como es el debate sobre el Estatut.

También Montilla dedicó parte de su discurso a comparar los dos escenarios, asegurando que hoy "buena parte de las incertidumbres" de entonces "se han esfumado" tras seis meses de la nueva legislatura.

Lo justificó alegando que hay un Estatut "plenamente vigente" y un Govern "plenamente legítimo", aunque "haya adversarios de una realidad y la otra que pretenden obtener algún beneficio proyectando permanentemente la duda" sobre ambos.

Ante la "inquietud" empresarial que reconoció por las relaciones entre Catalunya y el resto del Estado, Montilla admitió que "la preocupación por la sensación de divorcio e incomprensión creciente entre Catalunya y España no ha desaparecido después de un año".

Aun así, consideró que "se hace cada día más presente la voluntad y el trabajo para asegurar un clima de colaboración permanente, que haga posible un despliegue rápido, ordenado y efectivo del nuevo Estatut".

"LA CRISPACIÓN CATALANA HA DESAPARECIDO".

"Pasado un año, la crispación prácticamente ha desaparecido del escenario político catalán, pero al mismo tiempo contemplamos con creciente incomodidad y preocupación la crispación instalada como tónica permanente en la política española. Aquellos que atribuían la culpa de la crispación a lo que se hacía desde Catalunya, deberían tener ahora el coraje de reconocer que la fuerza crispadora era, quizás, más allí que aquí", afirmó.

El presidente catalán añadió que hace un año "había quien quería hacer creer" que las reivindicaciones de mejora del autogobierno que surgían del ámbito político eran "contraproducentes". Frente a eso, subrayó que hace poco se ha visto que era la sociedad civil, y "muy concretamente" el empresariado catalán, la que se ponía "delante de la reivindicación de la mejora substancial de las infraestructuras del país", fundamentalmente del aeropuerto de Barcelona.

Montilla apuntó así que "quizás se haya producido una rectificación en un doble sentido", ya que "desde la política se ha tomado consciencia de las limitaciones y de la falta de oportunidad de determinadas actitudes", mientras que "desde la sociedad civil se ha entendido que la pasividad cómoda ante las cuestiones colectivas tenía unos costes inasumibles para el futuro de la economía y la sociedad catalanas".

El presidente contrastó la situación actual con la "inquietud empresarial" de hace un año --que atribuyó sobre todo a "la fatiga" por el proceso estatutario que produjo "cierto distanciamiento" entre el empresariado catalán y la clase política--.

Sin embargo, remarcó que "constatar este cambio de clima no quiere decir desconocer las incertidumbres y dificultades que aún subsisten", especialmente por los recursos al Estatut que se mantienen en el Tribunal Constitucional (TC).

En este sentido, insistió en que el Govern "no se quedará paralizado esperando una sentencia o, peor aún, lamentándose antes de que llegue".

Para él, "no sería responsable generar un clima de pesimismo innecesario", y añadió: "No puedo ni quiero actuar hoy con ninguna otra previsión que la sentencia será favorable a la constitucionalidad del Estatut". Por ello, se comprometió a "hacer cumplir" el Estatut por la vía del "entendimiento y la concordia", pero también con "tozudez".

"HAREMOS LAS INFRAESTRUCTURAS NECESARIAS".

En el coloquio con el empresariado, Montilla reiteró sus valoraciones sobre la alta abstención de las elecciones municipales, repartiendo responsabilidades y asegurando que es una cuestión que le "preocupa" pero no le "obsesiona", y llamando a "no esconder los problemas, pero tampoco magnificarlos".

Al preguntársele cómo pueden afectar al Govern d'Entesa los futuros escenarios tras las elecciones generales, evitó pronunciarse sobre la posibilidad de pactos postelectorales y se limitó a asegurar que esos comicios "no interferirán en la marcha del Gobierno y su hoja de ruta".

Ante destacados representantes del mundo empresarial y financiero catalán, José Montilla aseguró que el Govern "hará las infraestructuras que el país necesita" aunque para ello deba enfrentarse a la oposición de algunos sectores de la sociedad.

"Aunque haya plataformas en contra, se han de hacer" y "hay que tomar decisiones aunque estas produzcan conflictos", aseguró, sin citar proyectos concretos, aunque la vista estaba puesta en cuestiones como el Cuarto Cinturón, la línea de Muy Alta Tensión (MAT) y el AVE por Barcelona.

Montilla afirmó que la intención de su gobierno es sacar adelante estas infraestructuras desde la "lealtad" a la sociedad civil afectada "pero no la subordinación"; "con respeto al medio ambiente, y asegurando la seguridad", pero "tomando decisiones".