Un libro de Arturo San Agustín analiza al papa Francisco confrontando testimonios vaticanos

Libro 'El Portón de Bronce', de Arturo San Agustín (Eds.Península)
EDICIONES PENÍNSULA
Actualizado: viernes, 27 marzo 2015 11:05

Retrata el funcionamiento del Vaticano y calibra las posibilidades de cambiarlo

BARCELONA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El periodista Arturo San Agustín acaba de publicar la crónica 'Tras el portón de bronce' (Península) para analizar los dos años del papado de Francisco, confrontando testimonios del Vaticano de diferente perfil y relevancia, desde una monja y un laico bien informado hasta un cardenal, como ha explicado el escritor a Europa Press.

Los personajes que van hablando con el autor --la mayoría quieren ser anónimos-- valoran los gestos de Bergoglio que tanto han sorprendido mundialmente, e interpretan si esta actitud anuncia una revolución.

Algunos justifican por qué ningún papa puede hacer una revolución, pero admiten que determinados gestos pueden anunciar una pequeña o gran evolución, aunque todo gran cambio de la Iglesia culmina a largo plazo; y las opiniones que los testimonios dan sobre esos gestos y declaraciones van desde la genialidad hasta la metedura de pata de Francisco.

Otros entrevistados ven peligrosas sus frases espontáneas o supuestamente espontáneas --como sus alusiones a la "trata de novicias" y al celibato--, y hay quien recuerda que algunos objetivos no son nada nuevo, como la guerra a la pederastia --ya declarada por Benedicto XVI-- y la posibilidad de permitir comulgar a los divorciados vueltos a casar sin nulidad eclesiástica --algo que frenó precisamente Ratzinger, según un informador--.

La mayoría admiten la empatía de Bergoglio fuera de 'el portón de bronce' vaticano, pero desvelan muchos matices sobre lo que pasa de puertas adentro: él no sonríe en la Santa Sede, aunque tampoco quiere el trato "versallesco" que tenían sus antecesores.

Casi todos coinciden en destacar su voluntad sincera de limpiar la gestión económica vaticana, de limitar el poder de la curia y de 'desitalianizar' los puestos clave; no hay tanta coincidencia sobre las posibilidades de conseguirlo: para unos, ya es un éxito que dicte órdenes concretas sobre la economía y que aún no le hayan domado los cardenales; para otros, a este papa "ya le han colado varios goles".

SU VIDA Y SUS MITOS

Muchas páginas revelan detalles sobre él --destaca la transcripción de una carta manuscrita de 1990 sobre momentos íntimos de su vida--, y se abordan mitos surgidos en sólo dos años en el cargo: la relación entre su renuncia al apartamento papal y el riesgo de envenamiento; vínculos con el judaísmo; si realmente evitó que las potencias invadieran Siria; el peso de los jesuitas con su primer papa; y su discutidísima asesora personal, la joven Francesca Chaouqui.

Detrás de estas preguntas está, a lo largo del libro, la mayor de todas: si la transparencia llegará con él: unos le dan posibilidades de algún éxito, y otros razonan por qué no hay derecho a pedir al Vaticano más transparencia que a cualquier otro Estado o gran organismo.

Algunos monseñores que opinan parecen ser parte de los obstáculos que Francisco quiere superar, aunque uno ya está superado: el ya exsecretario de Estado Tarcisio Bertone, que responde las preguntas del autor, incluida una sobre su polémico apartamento de lujo y otra que le plantea por qué ha quedado como "el malo de la película".

El escritor aprovecha para describir el lugar de esta entrevista, el Palazzo Apostolico, y muchos otras zonas del Vaticano inaccesibles para la gente, incluida la casa Santa Marta, donde vive el papa, y el lugar donde tiene enmarcada la camiseta firmada por el futbolista argentino Messi, un regalo en el que Arturo San Agustín medió para que llegara al otro argentino: Bergoglio.

Una fuente vaticana ha dicho a Europa Press --sin querer opinar sobre el contenido de la crónica-- que es "el primer libro diferente" que se hace sobre el Vaticano.