Manuel Gutiérrez Aragón cuenta en 'Una rosa de Francia' la historia de un pirata moderno

Actualizado: miércoles, 1 febrero 2006 16:40

BARCELONA, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

El director cinematográfico Manuel Gutiérrez Aragón narra en su último trabajo, 'Una rosa de Francia', la historia de Simón, un pirata moderno, malvado y seductor (Jorge Perugorría) al que un joven marinero (Alex González) salva la vida, algo por lo que le estará siempre agradecido, a pesar de que se enamore de su protegida, Marie (Ana Celia de Armas).

En una rueda de prensa en Barcelona con motivo del estreno del film el próximo viernes, Gutiérrez Aragón, explicó que eligió rodar la cinta en Cuba porque "tenía muchas ganas", aunque admitió que "No ha sido fácil" porque "los transportes son muy rudimentarios y el equipo tiene que hacer el doble de esfuerzo".

A pesar de estas dificultades técnicas, el director destacó las "ansias de sobrevivir" del pueblo cubano y la "ilusión que le echan a la vida", que "nos contagió".

La intención de Gutiérrez Aragón era realizar una película atemporal porque Cuba, en su opinión, es "un país colgado en el tiempo" y "los edificios, los coches e incluso los pequeños objetos cotidianos son de los años 50".

El director, que "disfrutó" mucho con el rodaje, quería que el protagonista del film fuera un pirata moderno, un hombre malvado y seductor, papel para el que escogió al actor cubano Jorge Perugorría. "Está escrito para él", aseguró.

Perugorría se mostró "encantado" por rodar en Cuba esta historia de "amor y aventuras" porque "estoy en mi tierra" y aseguró que es un "privilegio" que Gutiérrez Aragón haya escrito un personaje para él.

Gutiérrez Aragón, que se declaró "fiel" a sus actores, recordó que ya había trabajado con él en 'Cosas que dejé en La Habana' (1997), un film sobre cubanos en España, que se contrapone con 'Una rosa en Francia', que cuenta las peripecias de un español en Cuba, papel que interpreta Alex González.

González, el único actor español de la película, aseguró hoy que "no se lo creía" cuando fue escogido en el casting para el film y afrontó con "un poco de miedo" el rodaje, aunque "todo fue bien".

El joven actor destacó la importancia de trabajar junto a "un gran director", que "hace mejor tu trabajo", y "batirme en duelo" con Jorge Perugorría, a quien "tenía mitificado".

También expresó su admiración por Perugorría la joven Ana Celia de Armas, que todavía estudia en la Escuela de Arte de La Habana y se situaba por primera vez delante de una cámara. "El director nos guió bien y me fue fácil", aseguró la actriz, quien añadió que lo que más le gustó de Marie fueron "sus dos caras" y la mezcla "de inocencia y sensualidad".