Màrius Carol recuerda los tres veranos de Truman Capote en Palamós en su nuevo libro

Actualizado: jueves, 12 noviembre 2009 20:10

PALAMÓS (GIRONA), 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

El escritor Màrius Carol publicó hoy su nuevo libro, la novela ganadora del Premio Prudenci Bertrana titulada 'El hombre de los pijamas de seda' (Columna), y aprovechó para recorrer con la prensa los escenarios de Palamós (Girona) que en su día pisó el escritor norteamericano Truman Capote mientras escribía la novela 'A sangre fría'.

Carol visitó los rincones en los que Capote creó una de las principales novelas del siglo XX, "su Madame Bovary", como la habitación 705 del Hotel Trias --en la que se alojó durante un tiempo-- y el lugar donde anteriormente se encontraba la casa en la que también paso días inspirándose y ordenando sus ideas, en la plaza de la Catifa.

Fue precisamente un amigo de Capote, explicó hoy Carol, quién avisó al escritor de que "si buscaba un sitio dónde refugiarse, había un lugar magnífico en la Costa Brava". "Palamós da tranquilidad a Capote, le sirve de paisaje inspirador y permite que desconecte de las fiestas del Manhattan de entonces que tanto le gustaban", describió Carol.

Capote estuvo tres veranos en Palamós, llegó al municipio el 26 de abril de 1960 y se marchó en septiembre de 1962, después de haber pasado las temporadas de invierno en Suiza. En un principio, Capote sintió su estancia en Palamós "como una condena", aseguró el autor, pero al final "se convirtió en el cómplice necesario, el envoltorio que necesitaba para escribir el libro".

En alguna carta consultada por Carol, el americano expresa textualmente estar marchitándose "en esta costa salvaje de un país raro". Aunque después, el mismo Capote escribió, según recupera una placa conmemorativa que el Ayuntamiento colocó en el lugar dónde se encontraba su casa, que todo el ambiente que se respiraba le resultaba perfecto para trabajar. Incluso, el último verano que paso en la Costa Brava invitó a diferentes amigos, entre ellos, Lee Radziwill, hermana de Jacqueline Kennedy.

Con un pijama de seda --y no de rayas como se le escapó al mismo Carol durante la visita a Palamós--, Capote pasó noches y madrugadas gestando 'A sangre fría' en el municipio ampurdanés, un hecho que Carol quiso reivindicar para ver si así "consigue más reconocimiento del territorio".

Carol, además, contó con una ayuda magnífica para redactar y repasar qué hizo Capote durante su estancia en Palamós: la del antiguo propietario del Hotel Trias, Josep Colomer, que actualmente guarda con toda pasión una reliquia, un libro de Capote comprado en Perpiñan que el escritor dedicó a Colomer: "Para mis amigos, el señor y la señora Colomer, con gratitud".