Mary Roach critica en un libro el castigo a los animales por errores que cometen los humanos

La divulgadora científica Mary Roach
La divulgadora científica Mary Roach - CAPITÁN SWING
Publicado: miércoles, 9 abril 2025 15:38

La divulgadora publica 'Crímenes animales' donde defiende la coexistencia compasiva

BARCELONA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

La divulgadora científica Mary Roach critica el castigo que se infringe a los animales por los errores que cometen los humanos en su libro 'Crímenes animales' (Capitán Swing), donde defiende el diálogo y la ciencia como fórmulas para garantizar una coexistencia compasiva: "Nosotros mismos somos los causantes del problema", asegura en una entrevista con Europa Press.

La estadounidense, quien recuerda que hace 300 años se juzgaba a los animales que "infringían la ley" humana y se les asignaba un abogado, ha viajado a varios países para estudiar esa difícil coexistencia, como la India, donde los leopardos son considerados terroristas, o la Ciudad del Vaticano, donde las gaviotas se abalanzan sobre el despliegue floral.

Y sin salir de su país, narra la percepción que se tiene de los pumas en California "como una plaga" o la resistencia a multar a los residentes millonarios de Aspen que no blindan sus basuras y compostaje para evitar la presencia de osos.

Con el mismo humor que destila su libro, Roach accede a responder a la popular pregunta sobre si es más peligroso para una mujer encontrarse a solas en un bosque con un hombre o con un oso: "¡Uy, un oso, por favor! Sé lo poco frecuentes que son los ataques de osos a humanos. Yo me he encontrado a osos en los bosques, en la frontera con Canadá. Haces ruido y se van corriendo".

Según la autora, en la relación más o menos compasiva con otros seres vivos intervienen factores como el cultural, el religioso o la tipología del propio animal, pero ve una "ironía en el fondo" ya que muchos problemas vienen del amor a los animales, de querer estar cerca de ellos, de querer tocarlos, de hacerse un selfie.

"A menudo no es más que nuestro deseo de cercanía con los animales que genera el problema. En Estados Unidos, hay una gran polarización cultural en lo que respecta al sentir hacia los animales, qué hacer si entran en nuestra propiedad, en nuestra finca", explica.

En este sentido, "hay gente que opina que bajo ninguna circunstancia se debería matar a un animal que, entre comillas, se porta mal, mientras que hay gente que le quieren pegar un tiro, pues porque tienen ganado, o porque tienen cosechas, y eso afecta a cómo se ganan el pan".

Roach defiende el diálogo para conciliar ambas posiciones: "Hay organizaciones que traen a gente de ambos extremos y los sientan juntos a hablar con alguien con buenas habilidades para moderar e impedir una conversación hostil, cosa que puede suceder con mucha rapidez".

Defiende llegar a soluciones de compromiso que, posteriormente, determinen la legislación, y no al revés: "Someterlo a votación no es la solución porque la gente vota de forma emocional, hay cazadores que llevan toda la vida cazando y sienten que están en su derecho, y luego hay gente que opina que no habría que matar nunca a un animal inocente bajo ningún concepto".

Pone como ejemplo la resistencia a los progresos que se estaba haciendo en Estados Unidos para reintroducir el lobo porque "la gente es muy vehemente al respecto, a favor o en contra", una situación similar al debate que en España que genera que recientemente se haya dado luz verde en algunas zonas a la caza del lobo.

EL GOBIERNO DE TRUMP

Respecto a si puede haber retrocesos en los derechos de los animales con el Gobierno de Donald Trump, vaticina que "la cosa no va a ir muy bien para los mamíferos grandes, no lo van a pasar nada bien en lo que respecta a la legislación, imagino que la voz conservadora rural es la que tendrá más influencia en la legislación".

Esos mamíferos de gran tamaño "son más carismáticos, más monos, la gente tiene más conexión emocional", pero en el libro, Roach demuestra su mayor simpatía por las criaturas más pequeñas, como roedores o aves, a las que se califica de plaga y se les mata masivamente.

Al respecto, la autora alude al concepto de reproducción compensatoria, según el cual, matar masivamente no garantiza una reducción de la población, ya que provoca que los animales que sobreviven tengan más comida y se reproduzcan más.

"Eso ha pasado con los coyotes, tienen un territorio bastante amplio, y al matar a uno, tienen más espacio, y eso significa que un ejemplar joven puede ocupar ese espacio, tener más comida y empezar a tener crías. Pasaron de tres a ocho crías.

OSOS

Considera que, tras el Covid, cuando la naturaleza recuperó terreno, los humanos perdieron la oportunidad de replantear la relación con otros seres vivos: "Lo vemos con las sequías, los animales se meten en las piscinas. El cambio climático está afectando a la hibernación de los osos, que se vuelve más breve y, por lo tanto, vemos a osos en épocas del año en la que antes nunca se los veía".

En este sentido, indica que la proliferación de videovigilancia en los hogares ha aumentado la percepción de que hay más animales al acecho, pero en realidad "siempre estuvieron ahí".

"En Los Ángeles se creyó que la cifra de pumas de repente se volvía cada vez más alta y entraban en los barrios. Y eso fue resultado de la tecnología. Lo que pasa es que no los veíamos porque son muy sigilosos y se escondían muy bien", explica.

CORRIDAS DE TOROS

Sobre las corridas de toros, admite que existen factores como la cultura y la historia, al igual que en Estados Unidos hay una cultura de la expansión hacia el oeste que pasaba por "matar si era necesario, ya fueran nativos americanos o grandes mamíferos", algo que ve muy ligado con el ideal estadounidense de libertad.

"Yo soy incapaz de pegarle un tiro a un animal, aunque me estuviera muriendo de hambre, pero esa situación no va a llegar, porque yo no me crié cazando, entonces me imagino que con los toros pasa algo parecido, es algo que la gente, algunas personas, llevan muy hondo en el alma y cuando te metes con la cultura de alguien, suele haber resistencia", afirma.

CAZADORES

El lobby de los cazadores en Estados Unidos es muy poderoso pues gran parte de la financiación de las organizaciones de pesca y fauna que aplican las políticas sobre fauna salvaje "procede de las cuotas para las licencias de caza, de impuestos en la munición".

Precisa que esto ha sido siempre así y no cree que eso vaya a cambiar, y aunque se hacen cosas buenas, "no deja de haber un conflicto de intereses, lo que dificulta exigir más control cuando las organizaciones se sustentan con ese dinero".

Contador