BARCELONA, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha defendido este miércoles la reforma en el pago de la Renta Mínima de Inserción (RMI) que el Govern llevó a cabo en agosto, y ha vuelto a englobar la medida en la voluntad del Ejecutivo de luchar contra el fraude.
"No hubiese hecho la reforma de la RMI si no hubiese tenido conciencia de que haciéndola garantizábamos el pago a la gente que realmente la necesita", ha sostenido durante su intervención de réplica al líder de ERC en el Parlament, Joan Puigcercós, en el Debate de Política General.
Mas ha señalado que, si no se actuaba sobre la prestación, "al ritmo que iba" la partida de la RMI hubiese escalado hasta los 210 millones de euros --en 2011 había 130 presupuestados--, lo que, según ha dicho, era inasumible y podía haber dejado sin cobrar a todos los beneficiarios.
El líder del Ejecutivo catalán ha desgranado algunos de los casos de picaresca con los que ha topado el Govern y que van desde personas que tal como cobraban la prestación la redirigían a una cuenta bancaria en el extranjero a familias que "vivían" de acumular prestaciones de RMI para los diferentes miembros.
De esta forma, el presidente de la Generalitat ha retomado el argumento de la lucha contra el fraude para justificar el cambio en la forma de pago de la prestación en agosto, y no el de la actualización de la base de datos que el Govern llegó a esgrimir en plena polémica.
