BARCELONA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, empieza este lunes una maratón de actos coincidiendo con sus primeros 100 días en el cargo, con el propósito de promocionar su gestión.
Según han confirmado a Europa Press fuentes del Govern, este plan comunicativo empezará este lunes, con un desayuno informativo que celebra en Madrid, y se prorrogará durante dos semanas.
En esta estrategia comunicativa participarán todos los consellers, que colaborarán con Mas en transmitir especialmente fuera de la capital catalana la gestión de la nueva etapa.
Este periodo de tiempo ha venido marcado por una palabra: la crisis económica.
Mas no esconde que su objetivo es la recuperación económica y la generación de empleo, por lo que ha organizado una gran cumbre que la oposición ha tildado de "fracaso" por unos acuerdos que ha considerado insuficientes.
De ahí los recortes que está ejecutando el Govern: por ahora, ya se han anunciado 2.000 millones en recortes, y falta por concretar 1.000 más para cumplir con la rebaja del 10% anunciada por Mas.
Mas ha tratado estos días de tejer una acción de gobierno transversal, con críticas al tripartito por la herencia recibida pero también con algún que otro guiño al PSC, con quien el Govern quiere cerrar grandes acuerdos.
Al mismo tiempo, habla de 'transición nacional', 'pacto fiscal', reclama al Estado nuevas competencias y promete una nueva ley que regule las consultas populares, algo que contenta a los sectores más independentistas, mientras que anuncia la supresión casi total de Sucesiones y la congelación de los impuestos, lo que le acerca al PP.
Otro guiño a los populares ha sido el fichaje de dos de los colaboradores en los gobiernos de José María Aznar: Josep Martí como secretario de Comunicación y Susanna Bouis para función pública.
Al mismo tiempo, tampoco han faltado los mensajes a la patronal, como definir a su Govern como "business friendly", haber anunciado la supresión de trámites administrativos y burocráticos y la reforma de Sociedades.
Entre sus primeras medidas, sobresalen los cambios en la velocidad máxima en los accesos viarios a Barcelona, introduciendo un sistema de límites variables en vez de los 80 kilómetros fijados por el tripartito; la paralización de las veguerías; el fin de la primera semana blanca; el anuncio de una auditoría externa a las arcas de la Generalitat; la reducción de altos cargos y personal eventual, y el anuncio de que el catalán será "determinante" para el arraigo de los inmigrantes.
Tampoco han faltado los guiños a los Mossos d'Esquadra, mediante la supresión del Código Ético impuesto por el ex conseller Joan Saura y que rechazaban los comandos policiales, y el desalojo de 'okupas' de unos antiguos cines de la Via Laietana de Barcelona.
Aunque Mas quiere transmitir un mensaje de cambio a los electores de cara a las municipales, sobre todo en la capital catalana, donde los socialistas gobiernan ininterrumpidamente desde 1979, la oposición cree que el Govern no tiene rumbo.
