BARCELONA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidenciable del PSC, José Montilla, aseguró hoy que su aspiración "no es reeditar el tripartito", que consideró "pasado" y en el que se produjeron "errores gratuitos" de ERC, y señaló que ante las elecciones del 1 de noviembre "el escenario y las prioridades son diferentes", por lo que insistió en su pretensión de gobernar en minoría con apoyos externos de las fuerzas de izquierda.
Asimismo, descartó la 'sociovergencia' y la consideró una opción reservada sólo para "situaciones de emergencia o porque no hay otra salida", que no vive Catalunya. Según Montilla, PSC y CiU no aspiran a complementarse, "en todo caso a sustituirse", y consideró "muy difícil" un acuerdo postelectoral entre los dos partidos mayoritarios en Catalunya.
En su intervención en el Foro Nueva Economía, Montilla se manifestó partidario de "no reeditar cosas que son pasado" y señaló que el escenario político actual difiere del que propició el tripartito en 2003. Así, recordó que el Pacto del Tinell, con un Gobierno de José María Aznar en Madrid y una legislatura de colaboración entre PSC, ERC e ICV en materia de autogobierno, tenía como objetivo la reforma del Estatut.
Por contra, ahora "las prioridades son diferentes" y "sería un error volver a hablar de los instrumentos" y centrarse en el "debate identitario". Por ello, insistió en su apelación al "voto útil", convencido de que sólo el PSC "puede asegurar la derrota de CiU", ya que ERC mantiene su equidistancia, y de que una victoria socialista "es la mejor garantía de un gobierno de progreso, estable y sólido" al margen de los posicionamientos de ERC e ICV-EUiA.
Pese a subrayar los cambios en el mapa político y en los protagonistas, comenzando por él mismo en sustitución de Maragall al frente de la candidatura del PSC, no quiso establecer diferencias entre un hipotético pacto de futuro con "la ERC de Carod" o la "ERC de Puigcercós" y sostuvo que "para mí, sólo hay una ERC, no dos", a diferencia de la tesis que mantiene Maragall sobre la formación republicana.
El candidato socialista también lanzó un llamamiento al votante nacionalista descontento con el estilo de Artur Mas y le ofreció un "gobierno que hace país, sólido y con 'seny'".
Montilla pidió que "nadie se quede en casa", ya que la principal preocupación de los socialistas es la abstención, y consideró necesario hacer pedagogía para que las elecciones catalanas alcancen cuotas de participación similares a las generales. El objetivo, según Montilla, es que el votante se identifique con el autogobierno y sepa "quién es el responsable de qué en este Estado complejo".
LOS ERRORES DE ERC.
Para Montilla, el gobierno de Pasqual Maragall puso "las bases del cambio" y ahora "está en nuestras manos desarrollarlo". Así, sostuvo que en esta legislatura "las cosas no han ido mal", pero admitió que "nos hemos ganado enemigos fuera y la imagen de Catalunya se ha deteriorado".
También reconoció que el Gobierno catalán ha incurrido en "errores gratuitos, de falta de rodaje, cometidos por "partidos y personas sin experiencia ni cultura de gobierno", en referencia a ERC.
Otros errores han sido, dijo, "fruto de la ambición", pero sostuvo que, pese a todo, "nadie puede cuestionar, con datos en la mano, la gestión del Gobierno de Maragall". Como ejemplo, citó la licitación del primer tramo del Cuarto Cinturón. "Ya era hora", dijo, sin referirse a la oposición de los socios del gobierno de Maragall.
MENOS MADRID.
Montilla hizo especial hincapié en defender una relación intensa entre Catalunya y el Gobierno del Estado y destacó que en esta legislatura ha habido "un giro de 180 grados", "pasando del victimismo y el 'peix al cove' a codecidir". "Catalunya es España", dijo, y "tenemos mucho que decir", subrayando que esta comunidad "se ha beneficiado de la nueva relación con la España plural de Zapatero".
Para Montilla, el Estatut ha supuesto "el final de la coartada exculpatoria tradicional" que apuntaba a Madrid y recordó que ahora "no habrá tanto Madrid y la Generalitat será responsable para bien y para mal". "Es un antes y un después", destacó y avisó de que "no sería bueno volver a atrás".
En este sentido, recordó que el PSC tiene "garantizado el pacto con el Gobierno, no por sucursalismo, sino por entendimiento con la España casi federal" que defiende el presidente del Gobierno. Según Montilla, "si España va bien, Catalunya va bien y si Catalunya va bien España va bien".
El presidenciable del PSC admitió que "sería faltar a la verdad decir que en 23 años de gobiernos de CiU se ha ido mal" pero sí sostuvo que Catalunya "caminaba adormilada". Asimismo, admitió que "se debe defender la identidad" pero rechazó utilizarla como "excusa para no solucionar los problemas de los ciudadanos".
Ahora, con el nuevo Estatut, lo importante es recuperar los principios del Estado del Bienestar "facilitador, incentivador" y que permita avanzar hacia una Catalunya a la altura de las aspiraciones de los ciudadanos. "O Catalunya es de todos o no es, o es integradora o no es, o es solidaria o no es", apostilló.
Montilla contó hoy con el apoyo de los consellers Antoni Castells y Ferran Mascarell, así como de la vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre, y el delegado del Gobierno, Joan Rangel.
El candidato socialista estuvo presentado por el editor José Manuel Lara, quien consideró a Montilla un "adversario cualificado" mientras este estuvo al frente del Ministerio de Industria y con el que "nunca conseguí ponerme de acuerdo" en las complicadas negociaciones sobre la legislación audiovisual estatal.
Lara aprovechó para defender que "los empresarios de los medios de comunicación deben estar bien con todos los partidos e ideologías" y "no es necesario una identificación permanente de los grupos mediáticos con los partidos, aunque muchos se empeñen" en ello".