El Museu Marès rememora la historia del Monasterio de Sant Pere de Rodes y el papel del coleccionismo en su preservación

Europa Press Catalunya
Actualizado: miércoles, 22 noviembre 2006 15:29

BARCELONA 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Museu Frederic Marès de Barcelona recupera en una exposición la historia del monasterio de Sant Pere de Rodes (Girona) y las obras de arte que albergaba, en su mayoría esculturas, y que se han podido conservar gracias al coleccionismo a pesar de sufrir un gran expolio en el siglo XIX.

'La fortuna de unas obras. Sant Pere de Rodes, del monasterio al museo', que se podrá visitar desde mañana hasta el 29 de abril, recuerda a partir de restos arqueológicos y fotografías aéreas de Sant Pere de Rodes cómo el monasterio se convirtió a partir del siglo X en una de las abadías más significativas de Catalunya por el patrocinio de los condes de Empúries y Rosselló.

El monasterio albergaba, entre otras, las obras románicas del maestro de Cabestany, pero a pesar de su magnificiencia y su riqueza escultórica fue abandonado en 1798 tras una larga crisis. Sant Pere de Rodes fue víctima de un gran expolio, fruto de la búsqueda de tesoros y obras de arte, así como de la extracción de piedra.

De hecho, una vez abandonado el monasterio, la comunidad religiosa vendía concesiones a los habitantes de la región para que pudiesen extraer la piedra.

De este modo se desmanteló el portal mayor, obra del maestro de Cabestany, del que sólo se conservan algunas piezas excepcionales como el relieve de la aparición de Jesús a sus discípulos en el mar, depositado desde 1960 en el Museu Marès en homenaje a su fundador y que se ha incluido en la muestra, o la cabeza y parte del cuerpo de San Pedro.

Algunas obras artísticas fueron rechazadas, como los capiteles, que se lanzaron al pozo del claustro donde se descubrieron en 1977. Las extracciones no se decantaron hacia la escultura hasta bien entrado el siglo XIX, a raíz de un creciente interés por el arte románico.

Además de rememorar el proceso de destrucción y desmantelamiento del monasterio y, en especial, de su patrimonio artístico, desde su abandono hasta la actualidad, la exposición muestra al visitante el papel de los coleccionistas en la protección de su escultura monumental.

El monasterio de Sant Pere de Rodes, del que se puede observar una maqueta que muestra su evolución, no fue objeto de atención arqueológica y artística hasta finales del siglo XIX y principios del XX, lo que frenó su expolio e impulsó su conservación, que se concretó en 1929 con la creación de la Asociación de Amigos de Sant Pere de Rodes, su declaración oficial de monumento y la puesta en marcha de las obras de restauración.

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