BARCELONA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
La escritora y guionista Belén Gopegui lanza al mercado su último libro 'El padre de Blancanieves' (Anagrama), tres años después de 'El lado frío de la almohada', con el que no le gustaría escribir "una canción lastimera que invita a la compasión", porque cree que la literatura debe ser "afirmativa".
"Se puede escribir novela afirmativa, me alejo de los melodramas de Hollywood, pero tenemos que dejar los finales felices a Pretty Woman", dijo la autora durante la presentación. En este sentido, Gopegui (Madrid, 1963) aseguró que la novela está "mutilada" a lo que añadió: "se construyó para el lamento, pero creo que hay que inventar nuevos caminos".
En el cuento infantil de 'Blancanieves' nadie se pregunta dónde está su padre, ni le inquieta que no esté allí mientras la malvada madrastra le hace la vida imposible a su hija. El silencio que desprende el padre sirve de metáfora para abarcar las diez historias desde distintos ángulos que refleja Gopegui.
HISTORIAS LABORALES.
En este sentido, la autora madrileña dijo: "He introducido diez historias laborales en la novela. Historias de abyección profesional que no buscan recrearse en ella sino saber de qué se compone lo que nos hacemos y lo que nos hacen".
De entre estas historias destaca la de una profesora de un instituto que llama al supermercado para quejarse del mal servicio de un repartidor ecuatoriano. La llamada ocasiona el despido del joven, que se presenta en la casa de la mujer y le dice que no va a irse hasta que consiga que le readmitan en su trabajo o consiga uno nuevo.
"¿Qué quería yo con esta novela? Quería describir, y no sólo nombrar al socialdemócrata que llevamos dentro: encontrar, por decirlo de otro modo, su código fuente", señaló la autora madrileña.
Los "militantes" que retrata son nacidos en los años 80 y "están aprendiendo". Para materializarlos, la autora de la 'Conquista del aire' ha recurrido a "un ser colectivo, un ente, que hablara y tuviera conciencia de sí", apuntó.
La producción literaria de Gopegui se ha calificado de comprometida y política, a lo que ella dice que se lo dicen otros "para cerrar su juego". "Lo político es personal, porque está en el dinero, en la relación que tenemos con los otros, con la familia", matizó.