La Norteamérica más antigua desempolva sus piezas rituales en el Museo Barbier-Mueller de Barcelona

Máscara De La Cultura Inuit
MUSEUS BARBIER-MUELLER
Actualizado: jueves, 20 mayo 2010 15:23

BARCELONA, 20 May. (EUROPA PRESS) -

Varias culturas precolombinas que habitaron zonas de lo que actualmente es Canadá, Estados Unidos y México están representadas en la nueva exposición anual del Museo Barbier-Mueller de Barcelona, 'Rastros del Norte', con más de 80 piezas únicas y de uso ritual.

La muestra se podrá visitar desde mañana y hasta abril del año que viene, pero una pieza sólo estará expuesta hasta el 20 de noviembre: se trata de una máscara de la cultura yupik de Alaska, fechada entre 1.200 y 1.500 después de Cristo y prestada por el Museo du quai Branly de París y que tiene varios elementos orgánicos, como plumas, que la hacen especialmente delicada.

Según explicó hoy en rueda de prensa la directora del museo, Anna Casas, la máscara representa un ave y en el dorso tiene su alma --era una cultura animista--, que es un rostro que mira al que la lleva puesta. Se sospecha que la usaban para convencer a los animales para que se dejaran cazar.

Además de las múltiples máscaras que se pueden observar hay varias pipas --las de la zona mexicana se muestran por primera vez--, cerámicas muy trabajadas, esculturas de madera, un chaleco hecho con perlas de colores para dibujar en las pecheras incipientes banderas Norteamericanas, cucharas con mangos labrados como tótems y varios 'tomahawks', impresionantes armas arrojadizas que cambiaron sus piezas de piedra por otras metálicas con la llegada de los españoles.

Algunas de estas culturas cambiaron en más aspectos al contactar con los colonos españoles: las de las Praderas, en el centro de subcontinente norteamericano, cambiaron su sistema de vida después del año 1.500 con la introducción del caballo por los españoles, lo que conllevó que las comunidades hortelanas evolucionaran hasta convertirse en grupos nómadas a caballo que habitaban en tipis en lugar de sus antiguas sólidas construcciones rectangulares en los márgenes de los ríos.

Entre las culturas representadas se cuentan la tlinglit, iroquesa, cherokee, apache, hopi, navajo, sioux, Casas Grandes, azteca y maya, agrupadas en un recorrido geográfico que parte de la región más al norte situada en Canadá para finalizar en el sur de México.

Casas explicó que lo que las hermanaba era su origen, ya que etnográficamente eran la misma etnia, pero el hábitat en que se desarrolló cada una las condicionó totalmente, ya que las del ártico, carentes de sol y de vegetación, tuvieron que desarrollar un modo de vida que no tenía nada que ver con, por ejemplo, con los de las zonas boscosas o los de la zona Mesoamérica --actualmente, México y una parte de América Central--, donde vivían en ciudades y pueblos en los que construían templos y pirámides, lo que evidencia un alto nivel de civilización que les diferenciaba de otras áreas culturales de Norteamérica.

La muestra se podrá visitar gratuitamente la semana que viene porque el museo hará puertas abiertas para celebrar que el 27 de mayo cumple 13 años en Barcelona.