Actualizado 17/12/2025 11:01

¿Cuánto dura una pata de jamón una vez abierta?: Esta es la fecha límite definitiva

Archivo - Jamón Ibérico
Archivo - Jamón Ibérico- ASICI - Archivo

MADRID 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

Abrir una pata de jamón en casa suele marcar el inicio de semanas de desayunos, aperitivos improvisados y visitas que siempre acaban delante del jamonero. Pero, pasado el entusiasmo inicial, aparece una duda muy común: ¿cuánto tiempo puede durar realmente una pata de jamón una vez empezada sin que pierda calidad?

La respuesta no es una fecha de caducidad marcada en rojo en el calendario, porque el jamón curado no funciona así. Sin embargo, sí existe un límite claro a partir del cual la calidad empieza a caer de forma evidente, aunque la pieza siga siendo comestible.

LA FECHA LÍMITE REAL: UN MES DESDE EL PRIMER CORTE

Productores, marcas especializadas y maestros jamoneros coinciden en una recomendación básica: una pata de jamón abierta debería consumirse, idealmente, en un plazo de entre tres y seis semanas. En la práctica doméstica, ese margen se traduce en una referencia mucho más concreta: alrededor de un mes desde que se empieza la pieza.

A partir de ese punto, el jamón no se estropea de un día para otro, pero la zona de corte comienza a resecarse, la grasa pierde untuosidad y el aroma se vuelve menos intenso. Es el momento en el que las lonchas dejan de ofrecer la experiencia que se espera de una buena pata, incluso aunque siga siendo segura para el consumo.

POR QUÉ EL JAMÓN NO "CADUCA", PERO SÍ EMPEORA

El jamón curado es un producto vivo. Una vez se corta, entra en contacto con el aire y empieza un proceso progresivo de oxidación y deshidratación. Si la pata se consume a diario, esa superficie expuesta se va renovando constantemente y el impacto es menor. En cambio, cuando pasan varios días sin cortar, la parte visible se endurece y pierde humedad.

Por eso, los expertos insisten en que el problema no es tanto el paso del tiempo como la falta de rotación del corte. Un jamón que se corta con regularidad se conserva mejor que uno que se toca solo de vez en cuando, aunque ambos estén en el mismo entorno.

CÓMO CONSERVARLO PARA QUE DURE MÁS (SIN "AHOGARLO")

Uno de los errores más habituales en casa es cubrir la zona de corte con film transparente durante días. Aunque esta práctica puede servir de forma puntual, el plástico acaba "asfixiando" el jamón, atrapando humedad y perjudicando su aroma.

Los maestros jamoneros recomiendan una solución mucho más sencilla y eficaz: proteger el corte con un paño limpio de algodón o papel de horno. De este modo, la superficie queda resguardada del polvo sin impedir que la pieza respire de forma natural.

En cuanto al lugar de conservación, lo ideal es un espacio fresco, seco y ventilado, alejado de fuentes de calor, luz directa o cambios bruscos de temperatura. Mantener la pata en un jamonero ayuda a que el aire circule y evita apoyarla contra superficies que puedan alterar su curación.

CUÁNDO SE PUEDE ALARGAR UN POCO MÁS EL PLAZO

En viviendas frescas, con temperaturas estables y un consumo casi diario, algunas patas pueden aguantar algo más de un mes sin perder demasiada calidad. En esos casos, el límite puede estirarse hasta las seis semanas, aunque las últimas lonchas ya no resultan tan jugosas como las primeras.

Si, por el contrario, la casa es muy calurosa o la pata se consume de forma esporádica, ese plazo se acorta y conviene asumir que el jamón dará lo mejor de sí durante las primeras semanas.

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