BARCELONA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La nueva Ronda del Guinardó de Barcelona se convertirá a finales de año en un espacio verde y accesible que dará prioridad al transeúnte, en el marco de la primera fase de la obra de urbanización de la citada ronda en el tramo entre Sardenya y Cartajena.
Se trata de un espacio de 50.000 metros cuadrados, de los cuales 22.000 serán peatonales. La concejal del Distrito de Horta-Guinardó, Elsa Blasco, dijo hoy en una rueda de prensa, que este proyecto permitirá volver a colocar el coche a pie de calle, convirtiendo el espacio en un lugar verde donde "las personas ocuparán un lugar más relevante".
El director general de Barcelona Infraestructures Municipals (Bimsa), Ángel Sánchez, explicó que con el nuevo proyecto disminuirá la contaminación acústica, ya que utilizarán pavimento sonorreductor en la calzada, reducirán la altura del muro dos metros y lo recubrirán de material fono absorbente.
Sánchez puntualizó que los carriles situados en la plataforma superior del muro de contención, situado entre las calles Padilla y Cartagena, se eliminarán quedando sólo tres en sentido Besòs y dos en sentido Llobregat, y darán lugar a un parterre, que coronará y tapizará el muro. Además en la plataforma colindante con el muro, lado montaña, se creara un espacio para transeúntes, juegos infantiles y un carril bici.
Blasco recordó que el nuevo modelo de ronda pretende mejorar sustancialmente la calidad de vida de los vecinos, ya que se colocarán ascensores y escaleras mecánicas para facilitar el paso del desnivel que hay en el intervalo entre Padilla y Cartagena, que separa los dos lados de la ronda. También declaró que en esta parte se encuentra uno de los puntos de tráfico más intensos de la ciudad.
Por último el director de Bimsa comentó que la segunda fase del proyecto, que esperan empezar el próximo año, prevé la construcción de un aparcamiento en la calle Thous que constará de 227 plazas para abonados y 220 para uso municipal.
PROTESTAS VECINALES
Con la obras de la Ronda del Guinardó, algunos vecinos han iniciado protestas en contra del urbanización del tramo Sardenya-Cartagena. Los vecinos han pedido a la concejal, que dos de los cinco carriles que hay en la parte inferior del desnivel, pasen a la parte superior, también quieren que la parte superior del muro de contención se convierta en una ladera para reducir el impacto visual de este.
La concejal aclaró que ella esta siempre dispuesta al diálogo, pero consideró que su propuesta es "infinitamente mejor" que la de los vecinos, ya que situando dos carriles en la parte superior y ladeando el muro, se elimina espacio para el peatón. Aún así, invitó a los vecinos que no estén de acuerdo con la reforma a formar parte de la comisión de seguimiento.
