Imagen del Parlament catalán durante la segunda sesión plenaria monográfica sobre la gestión de las residencias para personas mayores y para personas con discapacidad durante la pandemia del COVID-19. - David Zorrakino - Europa Press
BARCELONA, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Parlament cierra este viernes sus puertas por el periodo vacacional de agosto y concluye un curso parlamentario en el que ha aprobado 15 leyes y en el que deja 46 pendientes de tramitación.
Desde septiembre de 2019, cuando abrió este curso, la Cámara catalana ha aprobado 15 leyes: siete de ellas son proyectos de ley impulsados por el Govern y ocho son proposiciones presentadas por los grupos.
La norma más importante que se ha aprobado son los Presupuestos de la Generalitat de 2020, los primeros que se aprueban desde 2017 y que pactó el Govern con los comuns para incrementar el gasto en 3.070 millones de euros.
La actividad del Govern, con siete leyes aprobadas, contrasta con la del curso pasado, cuando solo tiró adelante una ley, la de restitución de la Agencia de Salud Pública, que era la primera y única ley que había aprobado hasta ese momento el Ejecutivo de Quim Torra en toda la legislatura.
En cuanto a las proposiciones de ley presentadas por los grupos, destacan la modificación de la Ley del Consell de l'Audiovisual de Catalunya propuesta por todos los partidos de la Cámara, la Ley de puertos impulsada por los socios del Govern y la creación del Institut Catal de les Indústries Culturals, planteada por JxCat, ERC, PSC y comuns.
Con las 15 leyes aprobadas en total, el Parlament ha experimentado una recuperación de su actividad, que en los últimos dos cursos había quedado muy limitada, después del impacto del 1-O, la aplicación del 155 y los continuos conflictos abiertos con el Tribunal Supremo: el 2018-2019 se aprobaron cinco normas y el 2019-2020, seis.
DE LA CRISPACIÓN AL CORONAVIRUS
El curso parlamentario 2019-2020 comenzó marcado por una alta crispación entre los grupos, principalmente entre el bloque independentista y el constitucionalista, a raíz del encarcelamiento de siete miembros de los CDR acusados de terrorismo y de la sentencia del juicio del 1-O.
En muchos de los plenos del otoño de 2019 se vivieron momentos de tensión, con rifirrafes y llamadas al orden constantes por parte del presidente del Parlament, Roger Torrent, que incluso llegó a expulsar al presidente de Cs en la Cámara, Carlos Carrizosa, del hemiciclo el 26 de septiembre tras una bronca durante el Debate de Política General por los CDR encarcelados.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus ha cambiado esa dinámica y la crispación y el tono de los plenos se ha relajado, sobre todo después de que la crisis sanitaria haya paralizado gran parte de la actividad parlamentaria durante varios meses y foco del debate político se haya desplazado del proceso independentista a la gestión del Covid-19.
El último pleno que se celebró con normalidad fue el del 4 y 5 de marzo, una semana antes de la declaración del estado de alarma, y después el funcionamiento del Parlament quedó alterado y limitado a la actividad telemática de la Mesa y Junta de Portavoces, y algunas comisiones.
El 25 de marzo se celebró una comparecencia por videoconferencia del presidente de la Generalitat, Quim Torra, para informar sobre la evolución de la pandemia y se sometió a las preguntas de los grupos, aunque no fue un pleno formal como pedía el jefe del Ejecutivo catalán.
Los plenos no se llegaron a reanudar hasta el 24 de abril en un formato reducido permitiendo la presencia de 21 diputados en el hemiciclo y facilitando el voto telemático o delegado para llevar a cabo las votaciones, y se celebró otro el 21 de mayo.
A partir del mes de junio, el Parlament recuperó la celebración regular de plenos y en los dos últimos meses del curso ha hecho cinco, entre ellos uno monográfico sobre el coronavirus, y otro sobre las residencias de ancianos, aunque en la última semana del curso ha tenido que volver a la actividad telemática por precaución ante el positivo de Covid-19 de la diputada de JxCat Elena Fort.
REFORMA DEL REGLAMENTO
Precisamente con la pandemia se reactivó la reforma del reglamento del Parlament que había quedado aparcada en los últimos meses: el 24 de marzo la Mesa aprobó impulsar una reforma del reglamento para poder celebrar plenos telemáticos en situaciones excepcionales.
Después de varias reuniones y desencuentros entre los grupos, en mayo los grupos independentistas --JxCat, ERC y la CUP-- habían llegado a un inicio de acuerdo para aprobar en solitario esta reforma, pero desde entonces ha quedado paralizada y la ponencia no se ha vuelto a reunir.
El punto más polémico es si esta reforma abre la puerta a celebrar investiduras telemáticas, una posibilidad que rechazan Cs, el PSC-Units, comuns y el PP, mientras que JxCat siempre ha defendido que se permita y ERC y la CUP consideran que no se puede limitar ningún debate parlamentario.
La polémica sobre las investiduras telemáticas, que en los últimos años ha generado discrepancias entre JxCat y ERC, puede volver a reavivarse en el próximo periodo de sesiones que arranca en septiembre después de que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont asegurara que, si en las próximas elecciones es el candidato y el Parlament lo inviste telemáticamente, volvería de Bélgica para asumir el cargo.