Penas de hasta cinco años para los dos menores que asesinaron a una compañera en Ripollet

Actualizado: viernes, 17 julio 2009 23:18

BARCELONA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un juzgado de menores de Barcelona ha decretado penas de cinco años de internamiento en un centro juvenil y tres de libertad vigilada para el chico que degolló a una compañera de clase en un descampado de Ripollet (Barcelona), y de cuatro años y nueve meses y tres de libertad vigilada para su cómplice considerado cooperador necesario, según confirmaron a Europa Press fuentes conocedoras de la sentencia.

Los dos menores, que en ese momento tenían 15 y 14 años, tienen una multa conjunta de más de 500.000 euros. Esta sentencia es casi lo máximo que permite la ley para estas edades, que es lo que pedía la Fiscalía --cinco años de internamiento y tres de libertad vigilada--.

La abogada del menor considerado cooperador necesario, Carmen Gómez, explicó a Europa Press que tiene la intención de recurrir la sentencia.

Según los investigadores, la madrugada del 1 de noviembre, los dos menores fueron a buscar a la víctima a su domicilio y la llamaron por el interfono en el piso donde vivía con su madre, su padrastro y su hermano, y del que bajó en ropa de estar por casa.

La llevaron hasta un descampado del barrio de Can Mas, cerca del colegio Martinet, donde la chica fue golpeada con un bastón hasta que éste se rompió. Entonces, el autor material pidió a su compañero que le diera uno de los trozos rotos que estaba en el suelo y éste, según el primer joven, le obedeció. Finalmente, la adolescente fue degollada.

Un hombre descubrió a la joven --que presentaba golpes y un corte en el cuello-- el sábado a primera hora aún con vida y en el descampado, aunque los servicios médicos ya no pudieron hacer nada por ella y murió.

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el mismo sábado por la tarde a los dos acusados y el juez de guardia de Cerdanyola del Vallès decretó su ingreso en dos centros de internamiento juvenil a petición de la Fiscalía de Menores. Los dos chicos habían ido a jugar a fútbol aquella mañana sin comentar nada de lo sucedido.