BARCELONA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El periodista Santiago Tarín desmenuza "las mentiras, sobreentendidos y tópicos" de la historia, centrándose especialmente en la época antigua, en 'Viaje por las mentiras de la Historia Universal' (Belacqva) con el objetivo de que "la gente no se quede en una línea única y de reflexionar los muchos matices de la historia".
El libro introduce la "anatomía de la mentira" para seguidamente desmenuzar personajes históricos como Jesucristo, Aníbal o Gengis Khan, explicar qué hay de verdad en algunas historias que nos presenta el cine como la muerte de Marco Aurelio por su hijo Cómodo o haciendo referencia a algunas noticias de hoy.
'Viaje por las mentiras de la Historia Universal' presenta un Gengis Khan, a pesar de que no fue "un santo varón" con una "tolerancia desconocida hasta entonces en la administración y con las prácticas religiosas y que promovieron el libre intercambio de ideas y materias".
Otro personaje histórico que la historia no le hizo justicia, según Tarín, es el emperador Tiberio que la imagen de "perverso, borracho y vicioso" podría ser, según algunos historiadores modernos, "un militar considerable y de confianza y un político eficiente del imperio romano".
En este sentido, el periodista añadió, en una entrevista a Europa Press, que "incluso los anales reflejan que el Senado quiso dar su nombre a un mes y él no quiso porque no habría suficientes meses para otros emperadores".
Este libro surgió a raíz de unos artículos publicados por Tarín en una revista, así que se aproxima a la historia como periodista, "no soy una autoridad académica, hago lo que haría un reportero, contrapongo las distintas versiones y las explico sin sacar conclusiones".
Tarín señaló la importancia de tener en cuenta qué fuentes han perfilado los acontecimientos y personajes históricos, porque, por ejemplo, "quien escribía, en la época del Imperio Romano, trabajaba para otras dinastías y resaltaba los vicios de los anteriores".
Además, las fuentes que nos han llegado de la época antigua "son pocas, por eso los personajes están desdibujados, con un tinte más dramático, hasta el siglo XIX que las cosas son claroscuras".
Este es el caso de Aníbal del que nos ha llegado sólo fuentes romanas y, según Tarín, fue "un personaje singular y extraordinario, constructor de una política importante, con un final shakesperiano porque el partido rival lo entregó a los romanos y muere solo, sus amigos están muertos y está lejos de su casa".
Ante la proliferación de películas poco fieles a la historia y que el periodista analiza en una parte de su libro, Tarín defendió el trabajo de los literatos y directores de cine "que es hacer arte, el artista tiene prerrogativa de inventar, yo lo que digo es que la gente no tiene que creérselo".
Otro hecho cuestionado por Tarín es el viaje de Marco Polo a China, ya que "no se tiene constancia de que un alto funcionario participara en un batalla como jefe de catapultas, los modernos historiadores dicen que no hubo ningún archivo en que constara que un extranjero estuvo en un alto cargo imperial, además en ese sito de la ciudad los catapultas eran persas y fue antes de que estuviera Marco Polo".
Tarín tiene mucha afición a la historia y a la ciencia y escribió este libro en tres años, de forma intermitente, consultando páginas de Internet, artículos de prensa y libros de historia. Tarín señaló que "es importante mantener cierto grado de escepticismo y estar en continua revisión, porque la sociedad avanza cuando se plantea las cuestiones".
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