Philippe Claudel hace un canto universal a la tolerancia en 'La nieta del señor Linh'

Actualizado: jueves, 30 marzo 2006 16:23

BARCELONA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

El escritor francés Philippe Claudel hace un canto a la tolerancia y el respeto en 'La nieta del señor Linh' (Salamandra/La Magrana), una novela en la que a través de la historia de un anciano solitario que huye de un país en guerra con su nieta en brazos retrata la figura del refugiado.

Claudel, que alcanzó notoriedad con su anterior novela, 'Almas grises', pone en danza en su sexta obra la amistad que surge entre el anciano refugiado y otro del país de acogida a raíz de sus encuentros en el banco de un parque de una gran ciudad.

En una entrevista concedida a Europa Press, Claudel aseguró hoy que la novela es "un canto universal" a la tolerancia y por ello ha preferido que los lugares queden "imprecisos", una característica que ya recogió en 'Almas grises', a pesar de que aquel era más propiamente francés.

Phillipe Claudel aseguró que esta universalidad que desprende su novela se debe también a la gran acogida de 'Almas grises' que le ha hecho entender que sus lectores "no sólo son franceses".

Como en su anterior obra, una niña aparece como personaje, pero mientras que en 'Almas grises' era un rol "presente y ausente", en 'La nieta del señor Lihn' representa "la esperanza y la resurrección", como sucede con la amistad que surge entre ambos ancianos.

Estos dos ancianos son "frágiles y con el deseo común de vivir" entre los que surge una amistad, pese a que no hablan la misma lengua, pero se entienden con el cuerpo o los gentes. "A pesar del diferente idioma o color somos humanos y tenemos que comportarnos como tales", dijo.

Esta esperanza, según el autor, se denota en la voluntad del anciano refugiado de no "perder la memoria" de su país y a la que, de alguna forma, su nieta le lleva a conseguir.

El escritor también ha querido romper con el mito de la solidaridad entre los refugiados y por ello la familia con la que convive en un primer momento al anciano y su nieta evidencia las "situaciones difíciles que se producen en los grupos", viendo como ellos se integran a su nuevo país y al mismo tiempo "no hacen nada por hacer lo mismo con el anciano".

DEBER DE ACOGER.

El canto a la tolerancia que rezuma el libro, prosiguió Claudel, señala que "nuestro deber, como ciudadanos de países democráticos y ricos, es acoger a otros que pasan hambruna o epidemias. Es nuestro deber como humanos, pero tenemos una tendencia a no hacerlo".

En este sentido, recordó que Francia ha sido siempre una tierra de acogida y "ahora se cierra más en sí misma", siendo una consecuencia de ella cómo ha sido acogido el libro, "sólo como una historia de amistad y no se ha fijado en sus aspectos políticos".

En la actualidad, Francia se enfrenta "a los frutos de su historia colonial" y se continúa considerando un país grande con "una autoimagen de poderoso". "Mientras el mundo ha evolucionado, Francia no lo ha hecho", añadió.

Para Claudel, el país galo no ha querido revisar la historia y ha hecho que los hijos de inmigrantes "ni se identifiquen con Francia ni con el país de sus abuelos, lo que lleva a una situación explosiva". A ello, según el escritor, se le une que "tengamos alguno de los políticos más estúpidos del mundo que sólo piensan en las próximas presidenciales".

Sobre la polémica en Francia que ha desenvocado en las huelgas estudiantiles --Claudel es profesor universitario--, dijo que los jóvenes consideran que "se les debe algo" por tener una carrera y les pidió "sentido de responsabilidad". El escritor lamentó la inexistencia de diálogo entre estudiantes y gobierno.

Phillipe Claudel (Nancy, 1962) ha sido profesor y guionista. Publicó su primer libro, 'Meuse l'oubli', en 1999, y 'Almas grises' fue galardonada en Francia con el prestigioso Premio Renaudot 2003 y elegida por los libreros franceses como mejor novela del año. Esta obra fue finalista del Premi Llibreter 2005, que conceden los libreros catalanes a la mejor obra del año.