Las playas catalanas han perdido tres metros por año durante el último medio siglo

Imagen de una playa
EP
Europa Press Catalunya
Actualizado: domingo, 4 julio 2010 14:53

BARCELONA 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las playas del litoral catalán han perdido durante el último medio siglo millones de metros cúbicos de arena, a razón de una media de tres metros de longitud por año, si bien mucha de ella se ha repuesto con aportaciones adicionales, en una situación que es extensible al resto del litoral español mediterráneo.

Según un estudio encargado por la Generalitat, realizado por el director del laboratorio de Ingeniería Marítima de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Agustín Sánchez-Arcilla, constata que el retroceso --150 metros de media en medio siglo-- ha causado también un agravamiento de los destrozos producidos por las tormentas, que al no contar con un cordón de arena suficiente de seguridad para amortiguar los impactos, provocan más daños en infraestructuras terrestres.

En una entrevista con Europa Press, Sánchez-Arcilla ha explicado que la pérdida de arena es todavía mayor en el caso del Delta del Ebro, en claro retroceso. Sin tenerlo en cuenta, la pérdida de arena ha sido de dos metros por año en el resto del litoral.

El experto indica que dicho retroceso es achacable al impacto de la construcciones humanas, y no al cambio climático, ya que los embalses sobre los cursos fluviales han provocado una menor aportación de sedimentos, y los puertos deportivos y espigones han alterado los flujos marinos.

A pesar de no haberse producido por el momento un aumento del nivel del mar ni de la altura del oleaje destacables, ha indicado Sánchez-Arcilla, sí existen "predicciones" de que se eleve el nivel y cambien la dirección de las olas, lo que provocaría mayores alteraciones en la morfología costera.

De los 700 kilómetros de costa de Catalunya, el equipo de la UPC ha comparado fotografías aéreas de los últimos 50 años, de las que deducen que el 72% de las playas tienen problemas de retroceso, el 22% lo tiene por acumulación extra de arena y un 5% se mantiene en equilibrio.

UN FUTURO COMPLEJO

Sánchez-Arcilla ha repasado las actuaciones acometidas en el litoral desde los años 70, cuando los efectos de la construcción humana empezaron a notarse, y ha señalado que la "realidad" es que las playas "solo se han podido mantener por la aportación de arena".

Especialmente en la década de los 80 y principios de los 90, la alimentación del litoral fue ingente, si bien progresivamente la arena fue retrocediendo, desplazándose hasta la plataforma continental, donde se reparte y es prácticamente imposible volver a recuperarla.

Con el tiempo se ha considerado que las aportaciones masivas "no son sostenibles", por el impacto ecológico que se genera en el movimiento. Además, la arena se ha convertido en un "bien escaso", del que no es posible disponer sin límite.

Sánchez-Arcilla señala que ante este panorama no existe una "respuesta general", ya que si bien la construcción de diques sumergidos puede ser una solución adecuada en algunos casos, las predicciones apuntan a la necesidad de mayores sumas de dinero en un futuro para mantener las playas.

Contenido patrocinado