BARCELONA 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
La presión de los vecinos de la Avenida Mistral de Barcelona ha obligado al Ayuntamiento a desistir de una prueba piloto con bancos de aluminio, que son más resistentes y fáciles de mantener que los tradicionales de madera, pero que están "helados" cuando uno se sienta en ellos.
El consistorio decidió detener la prueba y sustituirlos por otros de madera con la misma forma después de recibir quejas de los vecinos, que aseguran que se cambiaron los antiguos de madera, que estaban deteriorados, sin comunicárselo.
"Aparecieron como setas", ha asegurado en declaraciones a Europa Press el presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Antoni, Pep Sala, quien ha remarcado que de inmediato los vecinos se quejaron de la temperatura de los bancos.
Según han explicado a Europa Press fuentes del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, la prueba se trasladará a otras zonas de la ciudad, aunque todavía no se han concretado los puntos.
El consistorio ve mejores los bancos de aluminio porque facilitan su mantenimiento, son más resistentes y tienen un diseño más moderno.
Pese a coincidir en que el diseño es mejor, los vecinos han celebrado la instalación de los nuevos asientos de madera, asegurando que en los de metal no se podían relajar porque estaban "permanentemente helados".
"Utilizaban papel de periódico para sentarse", ha asegurado a Europa Press Marcelina de Aller, una vecina de 77 años, que acude diariamente a los bancos de la avenida.
Otros vecinos se han referido al "gasto inútil" que ha representado la actuación, lamentando que el Ayuntamiento acabara con los originales de madera cuando sólo necesitaban un repaso de barniz.