BARCELONA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha advertido este viernes de que el proceso soberanista impulsado en Catalunya "no va de banderas, de fronteras ni de identidad nacional" y sí de entender que los gobiernos deben contar con la opinión de los ciudadanos.
En una entrevista en 'Cambio 16' recogida por Europa Press, ha asegurado que lo que está en cuestión es un modelo de Estado "que no tiene porvenir, que está obsoleto", y que actualmente los ciudadanos quieren decidir cómo organizar su vida.
"Esto no va de banderas, de fronteras, de identidad nacional, de una única lengua y cultural, porque para hacer esto no nos habríamos metido nadie. Sería una minoría", ha sostenido.
Tras cargar contra el reduccionismo que, a su juicio, se ha aplicado al proceso soberanista y a su persona, ha apelado a empatizar con la demanda de poder votar que reivindican más de dos millones de catalanes: "A lo mejor no estamos tan locos, tan manipulados y podemos tener algo de razón".
"Catalunya es el 16% de la población española, representa casi el 20% del PIB y un 25% de las exportaciones, y somos tan idiotas que lo único que hacemos mal es la política?", ha preguntado Puigdemont, que ha argumentado que un pueblo que genera todo esto no puede ser fruto de una política enloquecida.
PRINCPIO DE LA DUDA
Así, aspira a que "tanta contundencia en la descalificación abra el principio de la duda" entre los que se oponen y critican lo que ha pasado en Catalunya, y más cuando ha defendido que el catalanismo político intentó durante años contribuir a la modernización de España.
Según Puigdemont, los catalanes pensaban que era compatible su vida en el marco español, pero "esto se trituró y humilló con la sentencia de 2010 y con lo que hubo antes, como la campaña de recogida de firmas en contra del Estatut".
