RDCongo.- Las familias adoptantes y sus hijos podrían llegar a España el próximo fin de semana

Actualizado: viernes, 25 agosto 2006 2:16

MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

La llegada a España de las siete familias adoptantes que se encuentran bloqueadas en República Democrática del Congo (RDC) a causa de problemas burocráticos relacionados con la adopción, podría producirse, si no se registra ningún problema, durante el próximo fin de semana, informaron a Europa Press fuentes diplomáticas.

Así, las familias que se encuentran en Brazzaville, en la vecina Congo, donde se refugiaron tras el inicio de las reyertas entre los dos candidatos a la presidencia congoleña, Joseph Kabila y Jean-Pierre Bemba, viajarían con sus hijos adoptivos el próximo sábado, hasta Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, y desde ahí cogerían un vuelo con destino París y finalmente se trasladarían hasta Barcelona, confirmaron las mismas fuentes.

Hoy mismo Exteriores matizó que los expedientes de adopción "adolecían de vicios severos que hubieran comprometido gravemente la validez de las propias adopciones en España". "Durante la mañana de hoy se han ido resolviendo todos los problemas" que habían surgido previamente gracias a la labor del funcionario diplomático que Exteriores envió ayer a Brazzaville, explicaron las citadas fuentes.

El portavoz de Exteriores insistió en que no ha habido problemas burocráticos en este caso. "Lo que ha provocado esta situación es que había una serie de expedientes de adopción que se presentaron con unas deficiencias graves", aseveró.

Así, la Embajada española en Kinshasa "cumplió absolutamente con su obligación" ya que para otorgar un visado a esos niños que todavía no son españoles debía verificar la documentación de la adopción. "Al descubrirse carencias importantes, se provocó un retraso".

En último término, justificó el envío de un diplomático desde España a Brazzaville por la "situación de emergencia" que se creó en torno a estas adopciones. En concreto, subrayó el clima de violencia en Kinshasa que provocó el cierre durante horas de la frontera marítima entre la RDC y el Congo y la necesidad de repartirse el trabajo con el funcionario de la Embajada ya que la tramitación se tenía que hacer tanto en Kinshasa como en Brazzaville, las dos capitales separadas por los ocho kilómetros del ancho del río Congo.