Roger Waters viaja a un nostálgico Pink Floyd con 13.500 fans en el Palau Sant Jordi

Roger Waters en el Palau de Sant Jordi
EUROPA PRESS
Publicado: sábado, 14 abril 2018 0:07

Protagoniza una noche de reivindicación con la presencia de la Battersea Power Station y el cerdo Algie

BARCELONA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

El bajista y compositor británico Roger Waters ha revivido la noche de este viernes con sus fans la nostálgica historia de la banda de la que fue fundador, Pink Floyd, en la apertura de la gira europea de 'Us+them' en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en una noche de rock progresivo y melódico con aire setentero.

Tras colas de última hora que han atrasado el concierto unos veinte minutos, el músico ha arrancado ante 13.500 fans -de un aforo de 14.000- con un estruendoso visual que ha dado paso a la aparición del músico de 74 años y su banda interpretando 'Speak Me'.

En este viaje, el británico ha regalado Pink Floyd en vena a su público con una inyección de 'Breathe' -en dos partes-, 'Time' -con hipnóticos relojes en proyección-, y una psicodélica 'Welcome to the Machine' -que el público ha recibido apasionado-.

Waters ha pausado entonces la dosis de Pink Floyd para dedicarse a su último disco en solitario, 'Is This The Live We Really Want?', con el despliegue de sus canciones 'Déja Vu', 'The Last Refugee' -con especial ovación- y la reivindicativa 'Picture That', no sin volver a regalar otro momento nostálgico de una coreada 'Wish You Were Here'.

'RESISTID'

Precedida por el sonido de un helicóptero rastreando, 'The Happiest Days Of Our Lives' ha animado a un público cuya emoción ha ascendido hasta niveles superiores cuando ha arrancado la mítica 'Another Brick In The Wall' con presos de naranja y cabezas cubiertas, que han dejado asomar después camisetas con el lema 'Resist' -'Resistid'-, enormemente aplaudida.

Un descanso de 20 minutos ha puesto rumbo a una segunda parte todavía más Pink Floyd que la anterior, con éxitos centrales de la banda y un espectáculo de luces y efectos especiales constantes sobre las cabezas del público.

Waters ha empezado su segundo tiempo con unas sirenas de alerta y el despliegue de las chimeneas hinchables de la central termoeléctrica Battersea Power Station, emblemática portada del disco 'Animals', para presentar 'Dogs'.

"TRUMP ERES UN GILIPOLLAS"

Una careta de cerdo en su rostro ha sido el señuelo de 'Pigs (Three Different Ones)', por la que ha brindado con un espumoso en copa, que ha dado paso a unos reivindicativos visuales con el presidente norteamericano Donald Trump como protagonista: unas veces con cuerpo de cerdo y otras como una escultura con un micropene, culminado con el mítico cerdo volador de la banda Algie y la frase final: "Trump eres un gilipollas".

Un ambiente apoteóstico ha dado paso a la codiciosa 'Money', con proyecciones de Mariano Rajoy, Silvio Berlusconi, Angela Merkel y Vladimir Putin, entre otros líderes mundiales, intercaladas con lujosas vidas de coches y ágapes, cosechando los abucheos del público hacia éstos.

'Us and Them' ha seguido acompañada de imágenes de reivindicación política y social -como pobreza, inmigración, igualdad, represión policial, guerra y atentados-, de las que los asistentes han abucheado especialmente la de un cordón policial contra la población.

Solo 'Smell the Roses' ha sido una parada en el camino de su composición en solitario antes de proseguir con el cometido de revivir a los Pink Floyd, para lo que ha interpretado 'Brain Damage', tras la que ha dado un aplaudido discurso sobre ética y valores.

'Mother' ha dado la nota más sentida a una noche a punto de terminar en el Palau Sant Jordi, mientras que para el broche de oro un Waters cerca de la afonía y ya carraspeando ha interpretado 'Comfortably Numb' precedido de un estallido de confetti.

Tras su gira de 'The Wall Live' en 2011, Waters se ha presentado en la capital catalana como un revolucionario de su tiempo, congregando a una masa bastante homogénea en edad que ha saboreado cada nota de art rock generado por las yemas de sus dedos.

DESDE EL VIERNES EN BARCELONA

Waters llegó a Barcelona el pasado viernes, cuando también desembarcaron en la capital catalana 32 tráilers, para empezar a montar y permitir al bajista ensayar su gira -y el lunes intervino en el acto de 'Totes amb Palestina', satisfaciendo su faceta como activista por los derechos humanos-.

En esta gira, Waters ha viajado con una enorme pantalla de LED de 48 por 12 metros y una veintena de proyectores láser, además de una puesta en escena que ha culminado con el lanzamiento de confetti desde 20 cañones.

Sin bises concedidos pese a la ovación final, sus fans podrán volverle a escuchar este sábado en el Palau Sant Jordi y a finales de mayo en el WiZink Center de Madrid en dos conciertos.

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