BARCELONA 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El autor mallorquín Sebastià Alzamora tributa a la "amistad y juventud" del poeta Bartomeu Rosselló-Pòrcel y el escritor Salvador Espriu en la novela corta 'Dos amics de vint anys' (Proa), donde se reflejan los anhelos y vivencias de dos jóvenes brillantes con un gran futuro por delante, y también la muerte sobrevenida del primero de ellos.
En la presentación de la obra este jueves en la capital catalana, Alzamora ha defendido esta 'nouvelle' como un fruto de su admiración desde siempre de Rosselló-Pòrcel, gracias a un poema del cual decidió ser escritor a los 14 años, así como de Espriu, que utiliza como punto de vista narrador de la historia.
Los hechos empiezan en el sanatorio de Brull donde agoniza el joven y vital Rosselló-Pòrcel, y Espriu rememora la amistad que les ha unido cuando todavía no han cumplido los 25 años y tienen muchas características comunes: "Son intelectualmente brillantes y ambiciosos, aman el arte y la literatura; son insolentes, provocadores y sienten la exaltación de la juventud", explica Alzamora.
El libro aborda "la historia de dos chicos jóvenes en plena efervescencia vital e intelectual que construyen una amistad a partir de la admiración mutua", aunque ambos se distanciaron por la proclamación del Estado catalán a cargo de Francesc Macià --Espriu no lo veía del todo bien-- y por un trasunto amoroso con Mercè Muntanyola --madre de Miquel de Palol--, que no culminó finalmente con ninguno de los dos.
"Nunca se llegaron a pelear definitivamente, aunque ciertamente se distanciaron", cuenta Alzamora, quien habla de que la muerte de Rosselló-Pòrcel marcaría definitivamente a Espriu, quien dedicó numerosos guiños poéticos y textos a su difunto amigo.
Ambos veían la literatura como "una extensión de la vida, no como una disciplina de estudio y ratas de biblioteca", señala Alzamora, quien se ha preocupado por que la novela transmita más vida que datos históricos de ambos autores para desmarcarse del todo del formato biografía.
A ambos les une que son "hijos de la República", y Alzamora se refiere a Rosselló-Pòrcel como una metáfora de lo que fue esta época histórica, por el hecho de que ambos podían ser etiquetados como jóvenes, brillantes y con un largo futuro por delante, pero ambos se vieron truncados por las tinieblas del destino, ha añadido el autor.
SE DABAN LUZ MUTUA
La obra está salpicada de amores, desamores y mucho debate intelectual, y aporta juego dramático la diferencia marcada de caracteres, si bien Rosselló-Pòrcel era muy impulsivo, soñador, vital, imaginativo e insolente, mientras que Espriu era introvertido, reservado, irónico y de clase más bienestante: "Se daban luz el uno al otro".
El autor ha resaltado que la obra puede leerse pese a que no se conozcan las figuras, y se ha mostrado satisfecho con que alguno de los lectores se decida a leer los poemas de Roselló-Pòrcel y de Espriu después de esta lectura.