El subinspector de Mossos imputado en una trama de drogas estaba a sueldo de la organización

Actualizado: jueves, 9 diciembre 2010 22:58

Uno de los agentes imputados consumía drogas y anabolizantes y las suministraba a sus amigos

BARCELONA, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -

El subinspector de los Mossos d'Esquadra imputado en una trama de drogas, subjefe de la comisaría de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), presuntamente recibía periódicamente dinero de la organización por realizarles gestiones y facilitarles información y darles protección de forma continuada.

Así consta en un informe de la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos d'Esquadra, recogido en el sumario del caso, de 13.000 folios, al que ha tenido acceso Europa Press. Por el momento, el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, que lleva el caso, mantiene una parte de este sumario en secreto.

Este informe policial detalla que el subinspector Josep R.G. también pudo ganarse con sus servicios a la banda una consola de videojuegos 'Playstation' y medicamentos sin prescripción médica 'Xenical'.

Según la DAI, la banda de 'narcos' gozaba de la "cooperación policial" de un cabo de los Mossos en Barcelona y un agente de Sant Cugat del Vallès, que junto con el subinspector, les facilitaban información confidencial y les ofrecían protección y cobertura a cambio de remuneración económica y material.

De hecho, el cabo Mauricio L.E. era amigo de uno de los principales jefes de la trama y colaboraba con ellos protegiéndolos y facilitándoles información a cambio de numerosos favores como pagarle el abogado, prestarle una plaza de aparcamiento y una moto de agua, y mediar para que tenga descuentos en joyerías.

El agente José Antonio M.R. tenía una relación "de confianza" con otro imputado, Juan Miguel B., a quien ha facilitado información policial, y según el informe, consume estupefacientes y anabolizantes, además de distribuirla entre sus amigos y conocidos, haciendo de "intermediario".

MÁS VINCULACIONES

Asimismo, cooperaba con el grupo un funcionario de prisiones, jefe de sector de Brians 2, que presuntamente resolvió favorablemente dos expedientes de amonestación de un interno para que gozara de permisos penitenciarios de fin de semana.

Según concluye el informe de la DAI, en la investigación policial "ha quedado demostrada la vinculación de esta organización delincuencial con otros miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado --de diversos cuerpos policiales--, periodistas, y otras personas de relevancia de otros estamentos o entidades públicas", como un alto cargo de la Oficina Antifraude de Catalunya.

El documento recoge que la organización se dedicaba al tráfico de sustancias estupefacientes, principalmente cocaína, con una "clara estructura jerarquizada" por niveles que tomaba "importantes medidas de seguridad y protección".

En el primer nivel se sitúan los que dan las órdenes y directrices, entre los que están el confidente Manuel G.C., que no participa directamente en el tráfico de drogas pero tiene una posición de superioridad y se vale de sus contactos con personas influyentes, además de beneficiarse de la actividad ilícita de la organización.

En este nivel están también están Manuel B., Marco Antonio C., que se encargan de la dirección operativa de la organización, y Juan Miguel B.

Por debajo de ellos están los que se encargan de preparar y almacenar la droga y en un tercer y cuarto estamento están los encargados de la distribución del estupefaciente, así como los pequeños traficantes y los consumidores finales.

17 DETENIDOS

La operación se saldó con 17 detenidos que ingresaron, a mediados de octubre, en los calabozos del Juzgado de Guardia en situación de incomunicación. Tras declarar, 10 de los detenidos ingresaron en prisión, entre ellos el subinspector de los mossos d'Esquadra.

Los otros dos mossos detenidos quedaron en libertad bajo fianza de 10.000 euros y 6.000 euros, junto a otros tres imputados, a uno de los cuales se le ha impuesto una fianza de 50.000 euros. Respecto a los últimos dos imputados, el juez ha decretado libertad con cargos pero sin fianza.

INICIO DE LA INVESTIGACIÓN

La trama parte de la supuesta desaparición de 50 kilos de estupefaciente que decomisó el Equipo Contra el Crímen Organizado (ECO) de la Guardia Civil en una operación en Barcelona en la que se detuvo a Juan Miguel B.H.

Teóricamente había 50 kilos de estupefaciente en el interior de una maleta intervenida, que, tras los análisis químicos, resultaron ser yeso y azúcar en su práctica totalidad --sólo un paquete con 512 gramos tenía cocaína--.