Trànsit adaptará el límite de velocidad en las vías de acceso a Barcelona al número de vehículos que circulen

Actualizado: jueves, 15 febrero 2007 20:12

BARCELONA, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Servei Català de Trànsit (SCT) estudia implantar un sistema de velocidad variable en las vías de acceso a Barcelona para que el límite de kilómetros por hora se adapte al número de vehículos que circulan por las carreteras en ese momento y mejorar así la fluidez del tráfico.

Según avanzó el diario 'El Punt', el sistema se implantaría en la autopista del Maresme, la del Vallès, la del Garraf y en las vías del Baix Llobregat Norte y Sur, todas las que acceden a Barcelona, y estaría pensada para incidir en las horas punta de entrada y salida a la ciudad.

El director del Servei Català de Trànsit (SCT), Josep Pérez Moya, explicó hoy a Europa Press que el proyecto surgió cuando se plantearon "cómo afrontar" la propuesta de la Conselleria de Medio Ambiente de rebajar el límite de velocidad en las rondas de la capital catalana a los 80 kilómetros por hora.

Según Pérez Moya, vieron que la propuesta de Medio Ambiente podía "ser compatible" con las soluciones que se planteaban para luchar contra la congestión en las entradas y salidas de Barcelona, porque "si mejoramos la congestión sabemos que reducimos la contaminación y además disminuye la siniestralidad".

A partir del análisis de esos tres elementos, explicó Pérez Moya, se empezó a elaborar el proyecto, que se encuentra en fase de "simulación y modulación", que consiste en probar todas las posibilidades del sistema y en calcular la velocidad más adecuada para cada circunstancia.

El director del SCT recordó que la velocidad ideal para conseguir una fluidez de tráfico óptima está entre los 70 y 80 kilómetros por hora y que experiencias similares se han puesto en marcha en Francia, Holanda y Reino Unido.

UN AÑO Y MEDIO PARA SU IMPLANTACIÓN.

En todo caso, Pérez Moya explicó que el sistema no estará listo para su implantación hasta dentro de un año o un año y medio, porque primero Medio Ambiente debe fijar la velocidad máxima en las rondas, que supondría el límite a partir del cual deberían trabajar.

Una vez obtenido el límite, habría que hablar con los titulares de las vías, el Ministerio de Fomento o la Generalitat, en cada caso, reforzar los pórticos viales que indicarían a los conductores, las variaciones del límite y sustituir las señales verticales de velocidad por indicadores luminosos.

Además, sería necesario instalar más radares para controlar que se respetan los límites de cada momento y poner en marcha una campaña informativa para comunicar a los conductores del nuevo sistema de conducción, aunque durante las primeras semanas no se pondrían multas sino que se enviarían advertencias.

MEDIDA "INTELIGENTE".

El Ayuntamiento de Barcelona valoró positivamente la propuesta del SCT, hasta el punto de que la tercera teniente de alcalde y presidenta de la Comisión de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Imma Mayol, calificó la medida de "inteligente" y "realista".

Por su parte, el concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento, Ferran Julián, valoró positivamente esta posibilidad y defendió todas aquellas medidas que busquen reducir los accidentes de tráfico y la contaminación atmosférica en las zonas más urbanas.

"Un descenso de velocidad continuado, que no obligue a parar y volver a poner en marcha el coche, disminuye de forma importante la contaminación atmosférica", aseguró Julián.