El tren y el Metro deberán aumentar un 65% sus viajes para evitar el colapso circulatorio en Barcelona en 2018

Actualizado: miércoles, 22 noviembre 2006 16:26

BARCELONA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

La red ferroviaria que enlaza el área metropolitana con Barcelona --incluido el Metro en sus rutas al extrarradio-- deberá incrementar en un 65% los actuales desplazamientos para evitar que las principales vías de la capital catalana se colapsen en 2018, según advirtió hoy el Ayuntamiento de ciudad.

Ello significa que los trenes de Cercanías de Renfe, los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) y el Metro gestionado por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) deberán realizar 765.117 viajes más de usuarios de fuera de la ciudad.

El concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Julián, y el gerente de Movilidad, Ángel López, presentaron los puntos básicos del Plan de Movilidad Urbana de la ciudad, que analiza la situación actual y establece algunas propuestas para mejorar la movilidad en la capital catalana.

Julián advirtió de que "si se mantiene la dinámica actual, con un aumento del uso del coche, la capital catalana sufrirá colapso circulatorio en las principales vías en 2018", algo que "hay que evitar" con varias acciones, como "aumentar los usuarios del transporte público en los viajes de fuera a dentro de Barcelona y al revés".

Actualmente, los turismos privados realizan 2,36 millones de viajes para desplazarse y llegar a Barcelona en un día laborable. Si no se introducen medidas, esta tendencia aumentará hasta alcanzar los 2,94 desplazamientos en coche para 2018, lo que inevitablemente comportará una congestión viaria "insostenible".

Para hacer posible que el tren, el Metro y los FGC asuman estos 765.117 viajes más, el Ayuntamiento propone varias medidas en el Plan Director de Infraestructuras del área metropolitana, que deberá revisarse en 2007, según las previsiones.

En este sentido, López defendió la necesidad de que la red de Metro y de FGC tenga estaciones para hacer conexiones fuera del centro de Barcelona, es decir que los usuarios no se vean obligados a ir hasta el corazón de la ciudad, como la estación de la plaza Catalunya, para poder cambiar de transporte y llegar a su destino.

Algunas de las propuestas del Ayuntamiento de Barcelona son ampliar la Línea 5 del Metro de Cornellà a Sant Boi, para poder tener conexión con los FGC fuera de la capital catalana, que la Línea 3 del Metro llegue hasta Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet, y ampliar la Línea 1 del Metro de Bellvitge a Sant Boi.

López también abogó por que la ampliación de los FCG de plaza Espanya hasta Francesc Macià llegue hasta plaza de las Glòries y la zona del Barcelonès Nord.

Respecto a las mejoras previstas en los trenes de Cercanías Renfe, el Ayuntamiento propone crear una línea que una Catalunya de costa a costa, es decir que un usuario pueda coger un tren en Malgrat de Mar y bajar en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), sin necesidad de cambiar de línea en la estación de Sants de Barcelona.

Otra de las medidas que defiende el Ayuntamiento de Barcelona es poner fin a la vía de muerta del FGC, que acaban en la calle Pelai, creando un bucle que amplíe este tramo con otra de las estaciones existentes en la capital catalana.

APOYO EN UN PUNTO "DÉBIL" COMO RENFE.

López reconoció que parte del plan de movilidad se apoya en la mejora de los trenes de Cercanías de Renfe, pese a las incidencias que se han registrado en los últimos meses. "Es verdad que nos lo jugamos a esta carta, pero es que lo necesitamos, porque no hay otra solución", apuntó.

Advirtió de que el Ayuntamiento de Barcelona seguirá "presionando" para que Renfe "llegue a un nivel de servicio óptimo" y reconoció que "somos conscientes de que nos apoyamos en un punto débil, pero es algo que necesitamos", se justificó el gerente del área de Movilidad.

"Admitir que Renfe es un fracaso y que no puede crecer más nos llevaría a una congestión total del tráfico en el interior de la ciudad de Barcelona, a una situación insostenible y a emitir más partículas de dióxido de carbono", lo que incumpliría el Protocolo de Kyoto, apuntó.

Otro de los retos de futuro de Barcelona es aumentar el transporte público colectivo en desplazamientos internos en un 30% ara 2018, por lo que se calcula que los autobuses y la red de Metro debería asumir 392.514 viajes más, lo que supone un aumento del 30% de desplazamientos, en el interior de la capital catalana.

También se plantea como objetivos aumentar el número de personas que viajan en el interior de un turismo privado, pasando de los 1,2 ocupantes por vehículo actuales a los 1,4 viajeros por coche, disminuir las emisiones de dióxido de carbono en la flota de coches y aumentar el uso de combustibles alternativos.

DESCARTA CREAR UN PEAJE DE ENTRADA A BARCELONA.

Pese a la necesidad de contener o reducir el uso del coche privado a favor del transporte público, el concejal de Seguridad y Movilidad descartó la posibilidad de que se introduzca un peaje de entrada para los coches que quieran llegar al centro de Barcelona, como se hace en otras ciudades europeas.

Sin embargo, para reducir las emisiones de dióxido de carbono y incentivar el uso de combustibles alternativos, López planteó la necesidad de aumentar la aplicación bonificaciones en ciertos impuestos para aquellos vehículos que hagan uso de biocarburantes o que funcionen con sistemas eléctricos.