BARCELONA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
La consellera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, aseguraron hoy que los jóvenes violentos que el pasado jueves provocaron incidentes en el barrio del Raval aprovechando una protesta contra la urbanización del denominado solar del 'Forat de la Vergonya' son una minoría sin apoyo social.
Tras inaugurar la nueva comisaría de los Mossos en Sant Andreu, Tura aseguró que estos violentos son "pocos" y "han perdido todo el apoyo social que en algún momento tuvieron", mientras que Hereu señaló que los incidentes del Raval son "pequeñas chispas radicales y violentas" pero que "no responden a un movimiento social".
Según Hereu, "se trata de un caso claro que demuestra que allí estaban los que son y son los que estaban", porque "detrás no tienen ningún tipo de base social y no tienen a nadie". "Lo único que les espera es la eficiencia policial, en consenso con la actuación política y judicial", apuntó.
El pasado viernes, el concejal de Ciutat Vella de Barcelona, Carles Martí, ya apuntó que detrás de los incidentes del Raval estaban los okupas de la casa situada en el número 16 de la calle Metges, al lado 'Forat de la Vergonya', que se habían coordinado con otros jóvenes de casas okupadas del área metropolitana de Barcelona.
El alcalde de Barcelona reconoció hoy que, a veces, estas situaciones "se tratan de fenómenos metropolitanos", pero que, en cualquier caso, "no tienen presente ni tampoco futuro", porque "existe otros métodos de expresar la disconformidad".
Hereu aseguró que desde la Generalitat y el Ayuntamiento se actuará "sin complejos" para "poner este fenómeno donde debe quedar", señaló Hereu, quien aseguró que los incidentes que se produjeron en el Raval son "una expresión de una gran impotencia" por parte de los violentos.
En el caso del 'Forat de la Vergonya', el plan de urbanización, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona, "cuenta con el acuerdo de distintos sectores", en alusión a las entidades vecinales mayoritarias del barrio, por lo que "seguirá su proceso con normalidad" y "no lo parará nadie".
El alcalde de la capital catalana negó que Barcelona sea la ciudad europea "con más vandalismo" y consideró que los últimos disturbios en el Raval son una acción "puntual" y "ruidosa" que "no tiene espacio ni lugar en el presente pero tampoco en el futuro", puntualizó.
"IMPOTENCIA" ANTE UNA ACCIÓN "FIRME" DE LA AUTORIDAD.
En el mismo sentido, se posicionó la consellera Tura, quien aseguró que la actuación violenta de estos jóvenes es fruto de "su impotencia" ante una acción "firme" de la autoridad, ya que "las instituciones democráticas hacen un trabajo", que "la violencia nunca impedirá".
"En el caso de los incidentes registrados el pasado junio en Gràcia, estos jóvenes se movilizaron porque daban por hecho que se produciría el desalojo de una casa 'okupada', mientras que en el último episodio del Raval, también suponen que el plan de urbanización de este solar seguirá adelante", añadió.
Tura mostró su rechazo ante estas acciones, ya que "de ninguna de las manera, se puede expresar la disconformidad ante un plan urbanístico desde la violencia". "Con este tipo de métodos, éstos siempre tendrán la respuesta policial", apuntó la consellera de Interior.
