Woody Allen quiere hacer de su película "una carta de amor a Barcelona"

Actualizado: lunes, 2 julio 2007 22:28

El cineasta neoyorquino presenta el rodaje de la película arropado por autoridades

BARCELONA, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

El cineasta neoyorquino Woody Allen quiere presentar la ciudad de Barcelona en su película "tal como la veo con mis ojos, de la misma forma que hice con Manhattan". El director quiere rodar "una carta de amor de mí a Barcelona y de Barcelona al resto del mundo".

Arropado por el productor Jaume Roures, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, y los consellers de la Generalitat, Joan Manuel Tresserras, Josep Huguet y Francesc Baltasar, y un centenar de invitados, Woody Allen mostró su "entusiasmo" por grabar en España, cuyo rodaje empezará el próximo 9 de julio.

Ataviado con gorra, Woody Allen dijo ser "afortunado" por contar en su película con las "estrellas" españolas Penélope Cruz y Javier Bardem, así como con el resto de actores españoles, que confesó "no conocer" pero haberlos visto en películas en Nueva York. También tuvo palabras de felicitación hacia el "fantástico" director de fotografía Javier Aguirresarobe, quien le ha acompañado en la búsqueda de localizaciones.

Para el cineasta, "es un reto" rodar en un país en el que no se habla su idioma y recordó que recibió clases de castellano cuando era niño, pero "no prestaba atención". Woody Allen aseguró que rodar esta película "es un sueño convertido en realidad".

La película se comenzará a rodar la semana que viene y tendrá como localizaciones Barcelona, Asturias y Nueva York, durante las siete semanas de rodaje. El presupuesto del film oscila sobre los 12 millones de euros.

En el reparto, a los ya anunciados Javier Bardem, Scarlett Johansson, Penélope Cruz, Patricia Clarkson o Rebecca Hall y de los catalanes Lloll Bertran, Abel Folk o Joel Joan, se han sumado los nombres de Kevin Dunn, Lluís Homar o Mireia Ros.

ARROPADO POR LAS AUTORIDADES.

La presentación de la película en un hotel de Barcelona estuvo presidido por parlamentos institucionales, no en vano tanto el Ministerio de Cultura --con amortización directa a taquilla--, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona participan en el rodaje.

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, remarcó la "fortuna extraordinaria" de que Allen ruede en Barcelona ya que se trata de uno de los "grandes de nuestra época" y un cineasta capaz de "hacer filosofía en su cine" y mostrar "lo imperfectos que somos".

Refiriéndose a él en varias ocasiones como "el maestro", Calvo remarcó la estima que se le tiene al cineasta en España y se mostró segura de que contará "una historia del mundo desde el espacio local extraordinario de Barcelona".

Calvo, que mostró su satisfacción por que el Ministerio participe en el film, dijo que el hecho de que Woody Allen ruede en España es síntoma de que "el nivel técnico y artístico es bueno". La ministra comparó a Allen con Pedro Almodóvar y dijo que ambos son capaces de crear "obras muy profundas, aunque puedan parecer ligeras".

El conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras, remarcó la "gran expectación" por el rodaje, muestra de "admiración y excepcionalidad" del cineasta, aspecto en el que coincidió el delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí.

El productor de la película, Jaume Roures, subrayó que el cine de Woody Allen liga el cine europeo con el norteamericano y aseguró que el tipo de películas del director neoyorquino sigue la línea iniciada por Mediapro.

La presentación de la película citó a unos 200 invitados del mundo político, cultural y económico catalán y a un centenar de periodistas.