Archivo - La delegada del Gobierno de España en Ceuta, Salvadora Mateos, en rueda de prensa, en una imagen de archivo - DELEGACIÓN DEL GOBIERNO - Archivo
CEUTA 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha reiterado este lunes que en las condiciones epidemiológicas que muestra la sexta ola de la pandemia actualmente en la ciudad autónoma es imposible plantearse una reapertura de la frontera que, en cualquier caso, ha augurado que no se podrá producir hasta "mayo o junio", cuando se espera que concluya la tercera fase de reforma del paso para dotarlo de sistemas de control "inteligentes".
"En las condiciones sanitarias actuales", ha advertido sobre el crecimiento continuo de la incidencia acumulada de nuevos positivos diagnosticados a 14 días en la ciudad, que ya supera los 5.300, "no se puede abrir la frontera y mientras no mejoren no se va a hacer".
En declaraciones a los periodistas, Mateos ha explicado que el Ministerio del Interior prevé comenzar "durante los próximos días" los trabajos de ejecución de la tercera fase de las obras de reforma del puesto fronterizo, del que ya se han suprimido los pasillos enrejados que antes utilizaban los porteadores, mejorado las dependencias de la Guardia Civil y habilitado nuevos puntos para la tramitación de solicitudes de protección internacional.
Hasta "mayo o junio" se demorarán las tareas de equipamiento con medios tecnológicos "inteligentes" de las nuevas cabinas instaladas para el control de documentos de la Policía Nacional, así como la colocación de bolardos retráctiles para impedir la entrada de automóviles kamikazes.
"La pandemia nos ha convencido de que necesitábamos otra frontera y cuando sea posible su reapertura la idea es que los primeros que puedan utilizarla sean los trabajadores transfronterizos, que puedan volver a entrar y salir a diario como hacían antes", ha adelantado Mateos en relación con un colectivo que sigue protagonizando concentraciones cada lunes en el centro de la ciudad para denunciar la situación de los ciudadanos del país vecino que permanecen desde marzo de 2020 "atrapados" en Ceuta para no perder sus empleos a costa de no poder ver a sus familias y sin poder acceder al empadronamiento para alquilar una vivienda o tener acceso a servicios públicos básicos.
La delegada también ha reconocido que Marruecos no ha contestado a ninguno de los "700" requerimientos de informes sociales sobre otros tantos menores no acompañados llegados a la ciudad durante la crisis de mayo, lo que de hecho bloquea la incoación de ningún expediente de repatriación de acuerdo con el Reglamento de la Ley de Extranjería.
"El país vecino no contesta nunca a peticiones cursadas desde las ciudades autónomas, pero se está trabajando en ello y actualmente no hay ninguna queja sobre su colaboración en materia de control migratorio, como prueba su despliegue para evitar un intento de entrada irregular en la ciudad que mil personas intentaron protagonizar en Navidad", ha indicado.