CEUTA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ceuta, Juan Vivas (PP), ha presentado este viernes la revisión del Plan de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera que presentó en marzo con la intención de cuadrar los números del Presupuesto de la Administración local para el año en curso, que arroja una desviación negativa de 16 millones de euros.
Para cuadrar sus números, el Ejecutivo ceutí pondrá en marcha medidas apoyadas en tres "pilares": la "intensificación y confirmación" de la contención del gasto corriente; la "refinanciación" de la deuda bancaria a largo plazo de la institución; y una "revisión tributaria" que afectará tanto a impuestos directos como indirectos.
La caída experimentada por la recaudación propia, cifrada en 6,5 millones de euros, exigirá subir los tipos del IPSI (el equivalente local al IVA) sobre Operaciones Interiores, del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y del Impuesto sobre Actividades Económicas para ingresar otro tanto.
Además, el Ejecutivo local repercutirá sobre los clientes el coste de explotación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) que entrará en funcionamiento durante el primer trimestre del año próximo, cifrado en 2,5 millones de euros al año. El límite que, en términos de incremento de la presión fiscal, se ha autoimpuesto el Gobierno ceutí es "no superar la mitad de las medias nacionales".
Vivas ha justificado el global de las medidas a adoptar para recortar gastos y maximizar ingresos como el resultado de un "imperativo legal" y político para "garantizar la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera de la institución" y fomentar el ahorro. "Este Plan no es un retoque ni el Presupuesto, sino en el marco en el que este debe elaborarse, y representa una notable transformación de la estructura de gastos e ingresos de la Ciudad para cumplir con nuestras obligaciones", ha resumido en reuda de prensa Vivas, quien ha dejado claro que "hay que hacer lo que hay que hacer aunque no sea grato".
En términos globales, el Gobierno del PP se propone reducir en 16 millones de euros sus partidas de gasto corriente de aquí al final de la legislatura y aminorar en un solo año un 6,5 sus desembolsos en Personal "sin destruir empleo estructural ni acometer nuevas rebajas salariales".
Para conseguirlo, tras prescindir del 60% de sus asesores y recortar entre un 3% y un 6% los salarios en las empresas municipales, el Ejecutivo ha anunciado que amortizará todas las vacantes que se produzcan en la Administración local, que seguirá recortando el pago de horas extraordinarias y que suprimirá los contratos temporales que cubren "plazas no estructurales". El presidente sí se ha comprometido a no acometer nuevas rebajas salariales ni destruir "empleo estructural".
LUCHA CONTRA EL FRAUDE
Vivas también ha descartado la privatización de sociedades públicas o la venta de patrimonio municipal porque "en este momento habría que hacerlo por debajo de su valor real", pero ha abierto la puerta a explorar la vía de la "colaboración público-privada" para, vía "externalización", ahorrar costes en la prestación de algunos servicios.
Las subvenciones sufrirán, en conjunto, un tijeretazo del 25%. A partir de ahora se asignarán "en función de su impacto social, su número de beneficiarios, la ratio de autofinanciación de cada entidad, el esfuerzo económico de sus usuarios y la percepción de otras ayudas".
"Sin coste extra", la Ciudad creará dos unidades administrativas "para velar por la ejecución correcta del Presupuesto de la Administración y su Plan de Estabilidad y para verificar la evolución de los proyectos de inversión" y se "reforzará" el servicio de Inspección Tributaria para "reprimir el fraude" y conseguir "que cada uno pague lo que realmente le corresponde por necesidad y justicia".
